Noche para el amor y la solidaridad
Edad Dorada-Mensajeros de la Paz dedica su gala benéfica a los desfavorecidos de Cuba
La gran familia de Edad Dorada-Mensajeros de la Paz volvió a reunirse, una vez más, para demostrar que la solidaridad y el amor al prójimo están más vivos que nunca. De nuevo, esta organización dirigió su mirada a las personas más desfavorecidas y decidió que, este año, se sumarían a la causa por la que luchan “las palomas blancas” de Mensajeros en Cuba, donde comenzaron un proyecto de servicio de acogida temporal para enfermos y acompañantes que se ven obligados a desplazarse a La Habana para recibir un tratamiento médico y, por diversas circunstancias, no tienen recursos para asumir el alojamiento y la manutención que suponen esta estancia.
Casa de Acogida Bethania. Este es el nombre que recibe la nueva iniciativa de Edad Dorada-Mensajeros de la Paz en el país latino. “Le pusimos así buscando una simbología evangélica, ya que Jesús iba a Bethania a descansar y a recibir cariño y apoyo de sus amigos”, explicó el padre Manuel Vega, sacerdote de la iglesia San Francisco Javier, lugar donde se encuentra este espacio de apoyo y ayuda a los enfermos. “Hasta ahora, no podemos ayudarlos en mucho más, pero más adelante creemos que podremos darle un poco más de apoyo. Además, son muchas personas las que se benefician de esto, ya que hay algunos que solo vienen por dos o tres días. Por lo tanto, en un mes pueden hospedarse, al menos, veinte personas”, explicó Vega. Además, desde hace tres años, la parroquia se convierte, cada día, en un comedor social al que acuden, al menos, 90 ancianos todos los días. Y, para el fin de semana, se les prepara una bolsa que contenga alimentos básicos.
Una causa que recibió el apoyo de casi quinientas personas, entre las que no solo se encontraron los corazones más solidarios de Jaén, sino muchas autoridades como Francisco Reyes, presidente de la Diputación; Teresa Vega, delegada de Sanidad; Miguel Contreras, concejal Delegado de Personal, o Felipe López, consejero de Fomento, quien destacó: “Que haya un encuentro específico donde la gente se pueda poner cara es una forma de reforzar el sentido de pertenencia, de que no estamos solos y de que nacimos para vivir y convivir”. De todas estas personas, Julio Millán, presidente de Edad Dorada-Mensajeros de la Paz Andalucía dijo: “La gente en Jaén se vuelca, es buena y solidaria. Yo solo tengo palabras de agradecimientos para todos, que siempre nos responden con una fidelidad increíble”. Este año, los premiados por su labor en el ámbito residencial y por el impulso que dan a de Edad Dorada-Mensajeros de la Paz fueron, por un lado, Manuel Arzuaga, presidente de Unicaja, un reconocimiento que le premió por creer y colaborar con Mensajeros. Sin embargo, no pudo acudir a recoger la Paloma de la Paz, así que, según expresaron, se lo llevarán “en mano”. También fue galardonado Carlos Cañete, notario de Jaén, por su vinculación, compromiso y generosidad con Edad Dorada-Mensajeros de la Paz, quien manifestó: “Cuando recibí la noticia no me lo creía, no sabía que había hecho para merecerlo a parte de cuatro consejos legales y cuatro cosas que estaban en mi mano. Cosas que tienen poco mérito comparadas con las que hacen ellos”. El Ayuntamiento de Rus también se llevó otra paloma, que recogió su alcaldesa, Águeda Sánchez, quien expresó el “enorme orgullo” que supone para ellos este premio. “Gracias a Mensajeros de la Paz tenemos constancia de que nuestros mayores están como en su casa, porque no les falta de nada y están disfrutando cada día al máximo”, declaró. El último de los premiados fue la plantilla de trabajadores de Medina Sidonia de Cádiz por su implicación y generosidad a la hora de abordar la crisis sanitaria de Semana Santa.