No hay ningún radar oculto entre la hierba
Los rumores de un dispositivo escondido junto al Centro Comercial La Loma es tema de conversación estos días

No hay ningún radar oculto entre la maleza en la carretera Bailén-Motril. Ni en la entrada al Centro Comercial La Loma ni mucho menos a la salida, tampoco en el acceso ni en el ramal que evacua el tráfico hacia la Carretera de Granada. Sin rastro del “fogonazo” que describía la autora de un vídeo que corrió como la pólvora en conversaciones y grupos de WhatsApp el miércoles, unas imágenes que sirvieron de llamada a la prudencia para los conductores a los que les cuesta levantar el pie del acelerador, pero que no es más que “fake”, un bulo. No habrá multas de las que preocuparse.
Así lo pudo comprobar Diario JAÉN y lo confirmó el alcalde de la capital, el socialista Julio Millán, a preguntas de los periodistas durante la rueda de prensa que ofreció en el Ayuntamiento junto al presidente de la Diputación Provincial, Francisco Reyes, para presentar los proyectos y políticas que las dos administraciones emprenden en común en la nueva era que comienza en la Plaza de Santa María tras la salida del exalcalde Agustín González, del Partido Popular (PP), vía moción de censura.
Muchos se acordarán del famoso coche “ponemultas” que, como el radar camuflado en la hierba alta lo es hoy, fue tema de cabecera de cualquier conversación durante semanas. La diferencia es que, entonces, la amenaza era verdad verdadera. El coche hizo su agosto particular desde finales de febrero y hasta principios de marzo del año pasado. Una medida que, junto a la instalación de resaltos en Ronda de Marroquíes, venía a aportar mayor seguridad vial en una zona de poco tránsito hasta la apertura del Centro Comercial Jaén Plaza, momento en el que el tráfico se multiplicó. Ocurrió bajo el mandato municipal anterior, con Antonio Losa en el puesto de concejal de Seguridad Ciudadana y Tráfico, entre otros.
Los conductores que circulen por la zona pueden estar tranquilos, si van a 50 por hora, que nunca se puede saber con certeza cuándo volverá a hacer de las suyas el “ponemultas”, bien por ánimo recaudador o para garantizar la seguridad.