“Ni loco, ni borracho ni drogado abusé de mis hijas”

La Fiscalía mantiene su petición de 21 años de cárcel a un hombre acusado de forzar sexualmente a las niñas

31 ene 2019 / 16:30 H.

La fiscal no se anduvo con rodeos en el interrogatorio a Cecilio J. S., el hombre para que el pide 21 años de cárcel por abusar de sus dos hijas cuando no eran más que unas niñas. Tras un par de preguntas casi protocolarias, fue directamente al quid de la cuestión: “¿Tocó usted a las menores?”, soltó la representante del Ministerio Público. “Ni loco, ni borracho ni drogado abusé de mis hijas”, respondió con vehemencia este jornalero, vecino de un pequeño pueblo de la comarca de la Sierra de Cazorla. La fiscal no reparó en la expresión del acusado e insistió: “¿No es más cierto que obligó a una de ellas a hacerle una felación con el juego de beso, verdad o atrevimiento?”. “No sé lo que es eso”, contestó el hombre, mientras se encogía de hombros y miraba a su abogada. Cecilio J. S. trató de justificar los motivos por lo que presentaron la denuncia contra él: “Eso son cosas de la madre”, dijo, casi a modo de resumen, para referirse a que fue su exesposa, con la que lleva separado desde 2009 la que puso a las niñas en su contra.

Después, cuando le pidieron aclaraciones, fue más allá. Aseguró que prohibió a su hija mayor que tuviera un novio bastante mayor que ella y que, por eso, ella lo denunció. Con respecto a la pequeña, explicó que la niña entró en una ocasión a su habitación y que él estaba desnudo: “Era verano y hacía calor”, se justificó. “Al poco tiempo, su madre me llamó para decirme que era un exhibicionista”, relató ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia.

Tras su interrogatorio, que apenas duró diez minutos, la sala escuchó los testimonios de las dos menores, que en la actualidad tienen 16 y 12 años. Fue a través de una prueba preconstituida, ya que su declaración fue grabada. Ambas volvieron a acusar a su padre de cometer diversos actos de naturaleza sexual contra ellas.

Presuntamente, la mayor sufrió los abusos de su progenitor durante cuatro años. Según su relato, la sometía a tocamientos cuando iba a pernoctar a su casa, en cumplimiento del régimen de visitas establecido tras el divorcio del matrimonio. También dijo que su padre la obligó a realizarle una felación, con el juego de “beso, verdad o atrevimiento”. Igualmente, su hermana dijo que su padre le pedía que jugaran a eso y que también le pidió cosas, aunque no llegó a consumar la agresión sexual.

En el verano de 2016, la pequeña le contó a la mayor lo que le estaba haciendo su progenitor. A partir de ahí, ambas le relataron a la madre por lo que estaban pasando. Ahí se destapó el caso: “Yo no podía creer lo que me decían mis hijas”, añadió la mujer, que declaró como testigo.

La Fiscalía mantuvo su petición de 21 años de cárcel para Cecilio J. S., al que acusa de tres delitos continuados de abusos sexuales. También reclama el pago de una indemnización de 20.000 euros. Por su lado, la acusación particular, ejercida por la progenitora, eleva esa petición de castigo hasta los 33 años de prisión y una compensación de 30.000 euros. Ambas partes destacan que los psicólogas que trataron a las menores tras la denuncia califican su testimonio de “creíble”. El juicio quedó visto para sentencia.