“Muerte indigna” tras pasar sola las últimas horas de vida

Todo comenzó a finales de octubre. Una mujer de 92 años entró en el Complejo Hospitalario de Jaén como venía siendo habitual en ella porque necesitaba transfusiones de sangre cada pocos meses para recuperarse. Tras ir, la mujer que responde a las iniciales A. M. C., no recibió transfusión alguna y la mandaron a casa. Sin embargo, regresó al día siguiente y fue ingresada en urgencias porque, de hecho, los médicos que allí estaban comentaron a la familia que había regresado muy mal y en condiciones bastante regulares. Sus seis hijos no tardaron en acudir al hospital y pasaron el 20 de octubre a la espera de saber que más noticias les daban mientras confiaban en que su madre llegase a planta cuanto antes para poder verla y conocer su estado. El problema es que pasaban las horas y no sabían nada de ella. Evidentemente, se interesaron ante los sanitarios por saber si volvía a planta o no, pero no recibían una respuesta clara.

Al final de esa misma tarde les comunicaron desde Urgencias que su madre ya estaba algo mejor y que en un rato estaría en planta. Fue entonces cuando ellos decidieron que solo se quedase uno de sus hijos y el resto descansase porque irían rotando por si la situación hospitalaria se alargaba. Pero, lo cierto es que no se alargó. De hecho, no tuvieron oportunidad de despedirse de ella, ni de verla en planta. La hija que se quedó pendiente y que, en varias ocasiones preguntó por su madre, desconocía dónde y cómo estaba y se enteró a las 3 de la madrugada, por otra de sus hermanas que estaba en casa, de que su madre había fallecido.

Efectivamente, a pesar de que los hijos habían preguntado varias veces por su madre, se habían interesado por saber cuándo llegaría a planta para estar con ella y, a pesar de que una de las hijas estaba en el hospital, se enteró del fallecimiento de su madre por otra que estaba en su casa y, encima, su madre ya estaba en el mortuorio.

A partir de ahí, la familia no ha parado de pedir explicaciones y de hablar con celadores, con el personal que se encontraba en la planta donde estuvo su madre hasta fallecer o con el servicio de urgencias. A pesar de las demandas y quejas, pocas explicaciones han recibido hasta el momento, aunque sí que los miembros de la quinta planta reconocieron que había habido un fallo de comunicación claro y muy importante entre los trabajadores y también apuntaron que, ante la situación que tenía la mujer, estaban extrañados de que al menos uno de sus hijos no estuviera con ella para acompañarla. De hecho, mientras esperaban a conocer noticias durante esa larga tarde de 20 de octubre, se les comentó que, como mínimo, uno de ellos iría a planta con la madre cuando esta subiera porque así era el protocolo en aquellos momentos, con lo que se aseguraba que no pasaría tiempo sola en ningún momento. Además, el personal que atendió a la paciente recordaba que la mujer pidió una estampa de Nuestro Padre Jesús mientras se encontraba relativamente consciente.

Por este motivo la familia presentó un escrito el 3 de noviembre para tener una explicación y conocer de primera mano lo sucedido. Tras muchos escritos y preguntas, por fin la subdirectora médica contactó con la familia a finales de diciembre, más concretamente el día 27, pero la subdirectora médica les reconoció que el primer momento en el que recibió noticias del caso de A. M. C., y la familia cree que tan escasa respuesta es motivo para señalar la importancia de no repetir casos como este.

Declaraciones. Desde la familia apuntan a que desde el primer momento en que sucedió lo ocurrido pidieron explicaciones y siguieron los cauces legales y protocolarios necesarias para tener respuestas, ya fuera verbal o por escrito, de los motivos que llevaron a esa cadena de fallos y errores de comunicación, a pesar de que desde el hospital insisten en que forman parte del protocolo del mismo.

A pesar de lo sucedido hace más de un mes, el hospital ha pasado las últimas semanas sin dar las explicaciones que la familia demandaba desde un principio. Sin embargo, fue a finales del pasado año cuando recibieron los primeros comentarios acerca de lo pasado y, tras que este periódico se pusiera en contacto con el Complejo Hospitalario, lamentan mucho la situación, así como el fallecimiento de A. M. C., tal y como expresaron a la familia, pero que el centro cuenta con un protocolo de información a los pacientes y sus familiares, tanto en el área de Urgencias, como en plantas, quirófanos y Cuidados Críticos. “Desde el centro, se entiende la situación de Ia familia, se pone a su disposición, y seguirá velando por ofrecer la mejor atención posible a los ciudadanos de Jaén”, expresan a este periódico.

Desde la familia consideran que la respuesta no es suficiente y que aunque tengan un protocolo hay un gran fallo en todos los departamentos porque no se ha cumplido en ningún momento en lo que respecta al caso de la paciente, porque entienden que han esperado casi dos meses y que siempre se ha dicho que van a investigar, pero sin dar ningún otro tipo de detalles ni terminar por decir nada más.