Miles de trabajadores viven con la amenaza de la bajada salarial

El nuevo IPC puede recortar sueldos en algunos convenios y complica las subidas

30 ene 2016 / 10:49 H.

Los sindicatos saben que negociar los nuevos convenios no será nada sencillo. Ni que decir tiene que las cláusulas de incrementos salariales, prácticamente, no van a funcionar durante 2016, por lo que la mayoría de los trabajadores verá que los aumentos que notan en sus nóminas son insignificantes. De hecho, seguro que algunos se han dado cuenta hoy o lo verán durante este fin de semana, que es cuando se ingresa la nómina de enero. Y eso que, en teoría, la reforma fiscal aprobada por el Gobierno de España sí que mete algunos euros en los bolsillos de los asalariados, ya que existe una reducción —no es tampoco una cosa para saltar de ilusión porque se nota en unos 70 o 80 euros anuales (3 o 4 al mes— de los tipos de IRPF.

Sin embargo, aquí el problema está en el Índice de Precios de Consumo (IPC), que cerró enero con un variación anual del -0,3% o, lo que es lo mismo, dice que ahora vivir en Jaén resulta este porcentaje más barato que hace un año. Precisamente, las cláusulas de revisión salarial se gestaron con la filosofía de que los trabajadores no perdieran poder adquisitivo. De ahí que tiran de los salarios hacia arriba al mismo “compás” que se incrementan los precios de los bienes y servicios.

En cambio, el problema radica en que, esta vez, no han subido, sino han bajado, principalmente, por la caída del precio del barril de petróleo, que ha abaratado mucho los carburantes, que son un indicador indispensable a la hora de elaborar el IPC. Por eso, ahora existe un grave problema. Habrá que leer los convenios de empresa para ver lo que dicen, pero si el texto afirma: “El sueldo de los trabajadores se incrementará conforme al IPC...”, generalmente, pueden estar tranquilos. Ante un IPC negativo, simplemente, no se incrementa. Pero la duda se genera en los convenios que digan: “El sueldo de los empleados se actualizará conforme al IPC...” porque pueden generar conflicto. Actualizar también es bajar. No obstante, habría que revisar otra salvedad más, que pasa por certificar si se actualiza con el IPC de Jaén o de España. Si es con este último, se produciría un “salvados por la campana”, ya que España cerró con un IPC del 0%. De ahí que seguirían igual. El secretario de Organización de UGT, Antonio García, es el responsable de negociación colectiva del sindicato: “Ya pasó hace unos años y no se bajaron los salarios. Es muy poco dinero, por lo que espero que las empresas no se metan en ese berenjenal”. Además, añade: “La vocación de la cláusula de actualización salarial es que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo. Usarla para bajar salarios porque se ha dado un IPC negativo sería hacer una interpretación que está claramente malintencionada”. No obstante, los sindicalistas saben que negociar será mucho más complicado, aunque se agarran al acuerdo nacional que dice que ya es hora de subir moderadamente los salarios —entre el 1 y el 1,5%—.