Miguel Ángel Merlos, al frente de la lucha contra el cáncer

El baezano trabaja en una investigación sobre la resistencia a la quimioterapia

26 ene 2020 / 11:51 H.
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El cáncer es una de las enfermedades que más muertes causa en todo el mundo y son cientos las investigaciones que giran a su alrededor para conseguir prevenir su aparición, paliar sus efectos y lograr una cura total. Y, en este asunto, un jiennense tiene mucho que decir. Miguel Ángel Merlos, natural de Baeza, es licenciado en Biología por la Universidad de Jaén y Doctor en Química por la Universidad de Mendel, en Brno (República Checa), y actualmente trabaja en una investigación con la que estudian los elementos que disminuyen la efectividad de la quimioterapia cuando se aplica sobre tumores cancerosos.

Merlos, que trabaja desde hace más de siete años en Brno, concretamente, en el Departamento de Química y Bioquímica de la Universidad de Mendel y del Instituto de Tecnología de Centro Europa (Ceitec), explica que la investigación se centra en una familia de proteínas llamadas metaloteínas. Estos elementos, que se encuentran presentes en casi todos los vertebrados, estaban siendo analizados como biomarcadores de contaminación, ya que dentro de sus particularidades pueden unirse a metales pesados e influir en las células humanas. Sin embargo, posteriormente descubrieron que tenían una función más importante en el desarrollo del cáncer y en todos los procesos cuando un paciente recibe quimioterapia.

En esta línea, el baezano explica que el cáncer analizado fue el neuroblastoma, que afecta mayormente a los niños. “Nuestros novedosos estudios han mostrado que una de las causas de esta resistencia a la quimioterapia en neuroblastoma es la sobreexpresión o producción de una de las metaloteínas, en concreto, la isoforma 3”, detalla. Así, subraya que esta sobrexpresión de la metaloteína-3, “interactúa con la quimioterapia (por ejemplo del cisplatino), al unirse formarán un complejo, y este ya no es funcional, por lo tanto elimina la efectividad de la quimioterapia”. Los datos revelados con su investigación apuntan que el aumento de esta proteína dentro de la masa tumoral puede llevar a un “peor pronóstico del paciente y a una menor eficiencia de la quimioterapia”, por lo que habría que buscar otro fármaco. Con esto sobre la mesa, Merlos explica que está entre sus objetivos el extrapolar los resultados a otros cánceres en los que también se observa que la producción de esta proteína afecta a la quimioterapia, como son el de próstata o el de hígado.

Jaén