Mejora de las instalaciones de Oftalmología

El servicio de Oftalmología del Complejo Hospitalario de Jaén se adapta a un nuevo ritmo de trabajo tras la puesta en marcha, a principios de este mes de septiembre, de las nuevas instalaciones. Aun así, y a pesar de que ya se deja sentir una mayor agilidad en cuanto a los tratamientos que se prestan por parte de los profesionales sanitarios, todavía queda un periodo de adaptación para que todo funcione a pleno rendimiento. “La oftalmología ha sufrido un crecimiento exponencial, como especialidad en los últimos años, lo que hace que no solo se queden pequeñas las instalaciones con las que contamos en el Complejo Hospitalario de Jaén, sino que también la situación se extrapole al resto de servicios del país. Presenta patologías muy relacionadas con la edad y el envejecimiento, por lo que como la gente vive más años y tiene más dolencias, el proceso de adaptación tiene que ser continuo en cuanto a servicios, facultativos y demás. Se nos queda chica cualquier iniciativa que se ponga en marcha porque tiene una demanda grande, y la respuesta en cuanto a los tratamientos se amplía y mejora poco a poco. Por ejemplo, una práctica ahora habitual, como son las inyecciones intravítreas, no existían hace más de quince años, y como en ese caso sucede en muchos otros. Surgen tratamientos y tenemos que irnos adaptando a la demanda”, explica el jefe del servicio de Oftalmología, Emilio Pimentel.

Con las nuevas instalaciones se han incrementado las consultas externas, de cinco a siete —aunque entre consultas, pruebas y tratamientos son once las ubicaciones con las que cuenta en total el servicio de Oftalmología—, por lo que una de las mejoras que se ha conseguido es que la mayoría se pasen por las mañanas. Aun así, todavía quedan algunas por las tardes.

“También estamos pendientes de una dotación de servicios nuevos, como es el caso de una sala aséptica o limpia que, según las estimaciones iniciales, podría funcionar para el mes de octubre, porque aún hay que dotarla de material y concretar pequeños detalles. Estábamos ocupando áreas de quirófano para las inyecciones intravítreas que utilizamos en el tratamiento de determinadas patologías para las que no teníamos espacio ya. Y esa, sin duda, será una gran mejora”, manifiesta Pimentel. Se trata, puntualiza, de una especie de quirófano, puesto que aunque es una técnica poco invasiva, precisa de unas condiciones mínimas de asepsia. “Se trata de una patología muy en auge con las miopías y demás, por lo que el hecho de que el tratamiento salga del área de quirófano supondrá que podamos dar una respuesta inmediata a los pacientes, que hasta el momento tenían que esperar varios meses”, puntualiza. Ello supone también la formación de una nueva unidad de tratamiento de mácula para evaluar al paciente de forma inmediata, y esperan contar con, al menos, un especialista más. El resto de los tratamientos que se realizan en las instalaciones son los habituales que se prestaban en el servicio de Oftalmología, puesto que lo que se ha hecho es transferir la actividad que ya se acometía a través de las consultas, como las pruebas complementarias, láser... Y otras más subespecializadas, entre las que se encuentran las de motilidad ocular y anexos, o la de glaucoma, además de la de campimetría, entre otras. “También queremos contar con una de topografía corneal y biometría y óptico”, dijo.