“Me ha tocado ser el dique de contención”
Rocío Ruiz domínguez
Guarda buenos recuerdos de la provincia, donde dio sus primeros pasos como profesora. Fue en Fuerte del Rey donde, durante un año, impartió enseñanza a un alumnado que siempre llevará en su corazón. Rocío Ruiz Domínguez (Huelva, 1967) asumió las competencias de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación del nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía con el reto de intentar dar un giro a los acontecimientos. Reclama unidad para hacer las cosas bien y, sobre todo, transparencia en la gestión.
—¿Cree que los ciudadanos perciben ya los cambios en Andalucía en políticas sociales?
—Hay de diferentes tipos. Algunos son muy complicados y requieren un cambio estructural, en profundidad, del que los ciudadanos son conscientes.
—Por ejemplo, la dependencia.
—Sí. Evidentemente no se puede conseguir arreglar el problema de las listas de espera si no hay un cambio estructural importante y, sobre todo, presupuestario. Todos sabemos que la Ley de Dependencia de José Luis Rodríguez Zapatero fue un avance en derechos, pero sin una memoria detrás está vacía. Nosotros nos comprometimos en Andalucía a hacer un esfuerzo con nuestros recursos y son cinco o seis veces más las inversiones en esta materia. Hemos pasado a un presupuesto de 1.300 millones de euros, que es mucho, con un incremento de 130 millones de euros en un año, cuando en el año 2018 eran 26. ¿Llega? No, sigue sin llegar. Eso sí, hemos conseguido que 10.000 personas más estén con su prestación, hemos agilizado este problema con más valoradoras y cambiado el sistema informático, porque era obsoleto, era todo en papel, pasando por tres procedimientos que todo el mundo conoce y por el que yo también he pasado. Necesitamos un Pacto de Estado. Yo creo que lo que nos piden los ciudadanos es que este mes a la altura y que, en temas de Educación y Políticas Sociales, seamos capaces de ponernos de acuerdo con el Gobierno y hacer políticas unitarias. Esto nos afecta a todos y aquí no cabe ideología.
—¿Por que, entonces, aumentan las listas de espera?
—Eso me gustaría aclararlo. Aumentan las listas porque hemos grabado a todos.
—¿Qué significa grabar a todos?
—Significa que en Jaén, por ejemplo, había 480 personas en papel que no estaban grabadas en el sistema informático, por lo que no se encontraban en las listas de espera. Estamos buscando agilizar el proceso de valoración, pero necesitamos inversión para un sistema informático como el que hay en Salud.
—¿Cómo van las relaciones entre el PP y Cs, y viceversa?
—Son muy buenas. Hemos llegado a una cohesión importante y sentimos que somos un equipo. Hay diferencias ideológicas, pero hay un interés común y lo que nos toca en la política del siglo XXI es ponernos de acuerdo. Hemos conseguido llegar a la centralidad, a la moderación, el PP no es igual en todas las comunidades y, sin embargo, Andalucía está en el centro.
—¿Y con Vox?
—En el Parlamento son personas muy respetuosas en el trato, lo que no puedo decir del PSOE, que me han llegado a insultar en las comisiones. Le pongo como ejemplo cuando anuncié el aumento de 200 plazas para personas mayores y me gritaron “mentira”, lo que no me parece correcto. Las formas son importantes.
—Le ha tocado bailar con la más fea, porque hacer política social choca, en ocasiones con el ideario de Vox. ¿Cómo lo lleva?
—Se lleva con astucia, paciencia y siendo firmes, porque hay líneas rojas que no se van a pasar, ni en violencia machista, ni en los colectivos más vulnerables ni con los niños migrantes no acompañados... Me ha tocado ser el dique de contención y lo asumo.
—¿Qué es lo que más le preocupa de todas sus competencias?
—No puedo elegir, eso es como si a una madre le preguntas a qué niño quieres más. Son gravísimos todos los problemas que tenemos, en menores, en personas vulnerables, en mujeres maltratadas... Hemos hecho un esfuerzo con las personas a las que no les llegan las rentas mínimas. Han sido un 114% más, de 57 a 122 millones. El decreto ley era tan engorroso que, aunque hemos metido 1.260 trabajadores más y hemos agilizado el procedimiento, no hemos llegado a todas. Tenemos una propuesta para cambiar la normativa, pero nos hace falta tiempo. Ese es el cambio, las ganas de trabajar, porque había muy mala gestión, mucho descontrol y clientelismo y, ahora, transparencia. Si a mí me llega un informe de intervención, yo lo atengo, porque si no lo atiendo es corrupción.
—¿Hay igualdad en Andalucía?
—Ni en Andalucía ni en ningún sitio del mundo, es un desafío, está en la Agenda 2030 como objetivo de desarrollo sostenible. Cuando hablo de Igualdad me voy a mi profesión, que es la máquina que cambia el mundo, la educación. Hemos apostado por educar en igualdad, con 1.700 proyectos de coeducación, 3 millones de euros que se van a llevar a todos los centros de Andalucía. Vamos a hacer el primer congreso de Educación, después de tantos años, para hablar de nuevo de este concepto, porque es necesaria la igualdad en las nuevas generaciones. Y, por supuesto, avanzar en leyes de conciliación.
—Un problema de conciliación es el conflicto de los comedores. ¿Por qué han tenido que pasar tres meses para una solución?
—El problema ya está resuelto, pero esa es una herencia mal hecha, porque nos hemos encontrado contratos que no están regulados y lo que hacemos en dar garantías. El problema es que la Administración es lenta.
—Esa semana se registrado el primer asesinato por violencia machista en Andalucía. ¿Cómo lucha la Junta contra esta lacra?
—La mujer mayor y rural es la que más desprotegida está, como este caso al que hemos asistido en Caniles, y aprovecho para mandar mis condolencias a la familia. El Instituto Andaluz de la Mujer centraliza el presupuesto y, además, todas las políticas para acoger a la mujer desde el acompañamiento hasta que pueda desarrollar un proyecto de vida. Se hace con políticas transversales, pero es largo el camino.
—¡La que hay liada con el pin parental! ¿Cómo lo ve?
—El problema es que la propuesta es inconstitucional y, además, tenemos el deber de educar en la no discriminación, en la inclusión, en el respeto a la diversidad, en la tolerancia y en la igualdad. Este debate, evidentemente, es interesado por parte del Gobierno central. Hay que confiar en el sistema educativo, que es garantista, democrático y participativo.
—¿Qué transmite a quienes tienen dudas con Ciudadanos?
—Que es muy importante que esté en un gobierno, porque somos la marca de la moderación.