Más vigilancia policial en los aledaños del “Muñoz Garnica”

La seguridad aumenta tras los incidentes en el Conservatorio Ramón Garay

05 abr 2018 / 08:52 H.

La denuncia hecha pública por la Asociación de Padres de Alumnos y Amigos del Conservatorio Ramón Garay ha dado sus primeros frutos. El colectivo solicitó el lunes más seguridad para los alumnos y profesores que, a diario, se acercan hasta las instalaciones tras la entrada de varios adolescentes al centro educativo. Y a la jornada siguiente ya se constató una mayor vigilancia policial en las inmediaciones del colegio Muñoz Garnica, donde de forma profesional se imparten las clases del Conservatorio.

“Si es verdad que el martes por la mañana conocimos, de forma extraoficial, del acuerdo entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía para incrementar la presencia policial en la zona, por el momento a nosotros no se nos ha comunicado nada”, explicó José María García. También, y tras la solicitud de una reunión con la delegada de Educación, Yolanda Caballero, para conocer las medidas de vigilancia a adoptar en las instalaciones con el principal objetivo de proteger a los alumnos y de que acudan sin ningún miedo, sin olvidar a los profesores, para que puedan impartir sus clases sin recibir coacciones, destacó que ya se han mantenido los primeros contactos por parte de la administración provincial para cuadrar agendas, por lo que con toda probabilidad el encuentro se celebre la próxima semana.

Además de la presencia policial, que reconoció que contribuye a disuadir a los autores de ese tipo de situaciones, consideró que la solución tiene que ser a más largo plazo. Y en esta línea, además de las propuestas que reciban por parte de Educación, la Asociación de Padres de Alumnos y Amigos del Conservatorio cuenta con posibles soluciones que harán llegar a la delegada, sobre todo las encaminadas al control de acceso. “Por ejemplo, en el caso de los conserjes, el personal es escaso desde hace un tiempo, puesto que se comparten con el otro Conservatorio y, de hecho, en ocasiones tan solo hay uno para los mil alumnos que se encuentran matriculados”, afirmó. En este sentido, y si se tiene en cuenta que las personas que cursan sus estudios en el centro tienen edades comprendidas entre los 9 y los 50 años, plantean la posibilidad de poner una tarjeta de acceso: “El problema que tiene el Conservatorio, al tratarse de un centro de enseñanzas de régimen especial, es que no tiene el control del alumnado, porque la gente entra y sale cuando va a clase y el resto se va, sin horarios fijos. Aquí puede entrar cualquiera, porque no hace falta ni que lleves un instrumento porque hay muchas clases grupales, de coro, de educación musical...”. Otra posibilidad que entienden factible es la de poner un torno: “Cómo lo hagan nos da igual, pero lo que está claro es que necesitamos un control del acceso”. Los hechos denunciados por la asociación de padres son recientes y, lo que más preocupa al colectivo, que se han realizado de forma reiterada. “Varios adolescentes ajenos a las instalaciones se introdujeron en un aula que se encuentra en la planta sótano, en la que se iba a impartir una clase colectiva de primero de Enseñanza Profesional, destinada a alumnos con edades comprendidas entre los 14 y los 15 años. Al llegar la profesora a la clase, intentó que se marcharan, pero los intrusos se negaron a abandonarla con malos modos y faltas de respeto. Después de varios intentos, los adolescentes se marcharon, pero no abandonaron el centro, sino que subieron a otras plantas”, explicó la Asociación de Padres.

La profesora intentó calmar los ánimos entre sus alumnos, puntualizó el colectivo, y éstos comunicaron que no era la primera vez que aparecían en el centro: “En el interior de las instalaciones, incluidos los aseos, esos jóvenes coaccionaron a alumnos e, incluso, intentaron sustraer instrumentos musicales, además de amenazarlos con lesiones físicas”, concluyó el Ampa. Situaciones que, sin duda, entienden que no deben repetirse de nuevo, por lo que esperan encontrar una solución en la reunión con la delegada.

Un traslado que de los seis meses iniciales va ya para los tres años

Con respecto a la reforma estructural del Conservatorio Profesional de Jaén, que supondrá que los alumnos del Ramón Garay permanezcan un año más en las instalaciones del Muñoz Garnica, José María García afirmó que se enteraron por la prensa: “La verdad es que no me sorprende, porque cuando se licitó la obra al principio y mantuvimos las reuniones previas en las que pedíamos salir de las instalaciones por el estado en el que estaban, éramos conscientes de que se trataba de una intervención de calado y que superaría el millón de euros, como finalmente ha ocurrido”. Eso sí, reconoce que esta situación supone una gran incomodidad para el alumnado que se forma en las instalaciones, puesto que las aulas son más pequeñas e, incluso, las clases grupales se imparten en habitaciones que no tienen calefacción. “Te aguantas un tiempo prudencial, pero de los seis meses iniciales que los estudiantes iban a estar aquí vamos para tres años, por lo que ya no resulta tan agradable”, reconoce.

Fue la delegada del Gobierno andaluz, Ana Cobo, la que anunció la próxima licitación de las obras para rehabilitar el Conservatorio Profesional de Música Ramón Garay de Jaén, un proyecto al que se destinará más de un millón de euros. “En vez de acometer esa pequeña reforma prevista en principio, se realizará una consolidación de la estructura y una reforma para mucho tiempo y a largo plazo”, manifestó. Y es que Ana Cobo puntualizó que era el momento de ejecutar la consolidación de la estructura en la sede donde, además, se detectaron más patologías de las estimadas.