“Más de 14 horas” sin luz en el Puente Tablas

Cuando ayer, a eso de las dos y media de la tarde, la luz se fue por enésima vez en la barriada del Puente Tablas, los vecinos se quedaron “helados”. A falta de energía eléctrica para que funcionaran las vitrocerámicas, pensaron que les tocaría comerse un bocadillo. Afortunadamente, la idea no sobrevivió más allá de 5 minutos en sus mentes. Ese fue el tiempo que duró un corte —fugaz, esta vez— que se suma a un cúmulo de interrupciones en el suministro que se traduce en “más de 14 horas” sin luz en el barrio desde el 20 de diciembre. Fundamentalmente, por los cortes de ese día, del domingo, 8 de enero, y del martes, aunque, hasta el domingo, en lo que iba de 2017 ya habían contabilizado 3. Esas 14 horas es el cómputo que tiene “documentado” el presidente de la Asociación de Vecinos Puente Ibero, Pedro García, que está recopilando todos los cortes. “Hay veces que no me pilla aquí porque estoy trabajando, pero, si no, llamo a Endesa y pido el número de incidencia”, explica. Tiene tres, desde el 20 de diciembre. Avanza que, después, trasladará esa información al Ayuntamiento para que actúe o bien presionando a la empresa o “sancionando”, si está en su mano.

Los problemas en el suministro eléctrico en el Puente Tablas no son nuevos. En el recuerdo de los residentes (más de 500 familias) sigue intacta la experiencia del 24 de diciembre del año 2010. En plena Nochebuena, sufrieron un corte de luz que duró 12 horas, entre las diez de la mañana y las diez y media de la noche. Cuenta el presidente de “Puente Ibero”, que, en función del número de interrupciones, la Ley establece que la empresa debe indemnizar a los usuarios. ¿Cómo lo hace? Les detrae el coste de la factura. “34 céntimos de euro fue el abono por ese corte de luz indiscriminado”, sintetiza García, que, por cosas como esta, considera “una tontería” llevar a Endesa a los tribunales: “Legalmente, lo tiene todo a su favor”.

Fuentes del gigante eléctrico señalaron que los cortes que se han registrado en las últimas semanas se han debido a averías puntuales, no al estado de la red, como barruntan los vecinos.