Malestar por “botellones” en el Parque Ciudad de los Niños

La asociación Fuente del Árbol afirma que las prácticas incívicas son “frecuentes”

04 abr 2016 / 09:15 H.

María Carrascosa, residente en la Avenida de Madrid, salió ayer con su marido y sus tres hijos para disfrutar de un día agradable en el Parque de la Ciudad de los Niños. Al llegar al espacio infantil, advirtió que en el suelo había un par de botellas de cristal, un vaso de plástico y restos de un fuego. Basura concentrada justo en una de las capillas de madera fabricadas para la diversión de menores.

Era por la mañana cuando Carrascosa y su familia se toparon con una imagen que afeaba el lugar. “Me ha sorprendido, porque suelo venir al parque. Es la primera vez que compruebo esto. Aquí hubo un botellón”, afirmó la jiennense, que llamó a Diario JAÉN para compartir su malestar. Tuvo oportunidad de conversar con un barrendero. Carrascosa le pidió, según cuenta, que retirase las botellas vacías. “No eran de cerveza, sino de licores con alcohol”, comentó. El limpiador declinó hacerlo —siempre según la versión de Carrascosa—, porque aseguró que no era su función. “Me dijo que para eso estaba el jardinero, pero como era fin de semana, descansaba”, manifestó.

periodicidad. Las quejas por los botellones en Las Fuentezuelas no son nuevas para la Asociación de Vecinos Fuente del Árbol. Enrique Ramírez, miembro de la junta directivo, indicó a este periódico que, en efecto, su colectivo suele recibir notificaciones de vecinos molestos por los botellones improvisados, en especial los fines de semana. “También se hacen en la urbanización Sunt 7, cerca de Azahar y a la entrada de la vía verde”, precisó Ramírez.

La asociación vecinal mantuvo una reunión con los concejales de Mantenimiento Urbano y Participación Ciudadana hace un mes. Entre los asuntos que se abordaron estaban las malas prácticas que propociaban el “deterioro” del Parque de la Ciudad de los Niños. “El Ayuntamiento lo sabe. “Por desgracia no es algo aislado, sino que en cada esquina te encuentras un botellón”, expresó el socio de “Fuente del Árbol”.

El malestar no procede solo de los restos de basura que tienen que limpiar los operarios municipales; el ruído es otra de las consecuencias de las “quedadas” nocturnas. “Nosotros no sabemos qué hacer. Esperamos que el Ayuntamiento colabore, que es al que le compete todo esto”, precisó Enrique Ramírez.

Carrascosa, la mujer sorprendida por el estado de una zona degrada del Parque de la Ciudad de los Niños, llamó la atención sobre un asunto: el peligro que supone para los menores que haya cristales. “Cuando yo he estado, un anciano le ha pedido a su nieto que no se acercara al lugar donde estaban, en el suelo, las botellas”, narró.

La Plaza de San Ildefonso y el Portillo de San Jerónimo fueron “botellódromos” en Semana Santa. Al parecer, la “práctica” tiene seguidores más allá de las citas señaladas.