Lucha contra las extorsiones

¿Cómo fue la batalla campal que estalló en el centro penitenciario provincial?

28 may 2020 / 16:31 H.
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Un grupo de reclusos procedentes de la prisión almeriense del “Acebuche” llegaron a la cárcel de Jaén con ganas de convertirse en los gallos del corral, lo que propició la última reyerta intramuros de la prisión, que terminó con cuatro internos en aislamiento —uno de ellos con heridas por las que necesitó tres grapas en la cabeza— y varios funcionarios con contusiones a causa de la pelea.

Estos internos rompieron la convivencia en la cárcel y se solicitará a la Dirección del Centro Penitenciario de Jaén una reunión extraordinaria de la Junta de Tratamiento y que los internos involucrados sean propuestos para su regresión al primer grado penitenciario debido a la gravedad de la situación que protagonizaron tanto para los funcionarios de prisiones como para los otros presos.

La reyerta se produjo en el departamento 6 de la prisión Jaén II, a eso de las siete y media de la tarde, justo después de que se repartiera la cena. La multitudinaria pelea se inició cuando un grupo de internos pidió a otro —los que venían de Almería— que dejaran de extorsionar a los presos. Fue entonces cuando varios de ellos se enfrentaron a dos reclusos almerienses. Cogieron palos de escoba y los partieron por la mitad para utilizarlos como “pinchos” y defenderse. En ese mismo instante, dos funcionarios intentaron mediar y frenar lo que veían podía ser un fuerte enfrentamiento, pero los internos procedentes del “Acebuche” alentaron a los demás presos del módulo a que los atacasen, incluso amenazaron a los propios funcionarios con clavarles los palos.

Tras ello se inició lo que desde prisión denominan una “batalla campal” en la que los internos del módulo “acorralaron” a los internos almerienses y la emprendieron a golpes con los palos, puñetazos y patadas. En medio de esta situación, los dos funcionarios corrieron para intentar frenar la agresión, pero lejos de parar, los reclusos continuaron, por lo que los dos trabajadores se vieron envueltos en golpes y patadas hasta que lograron separar e inmovilizar a los dos internos, que fueron aislados de inmediato. Los dos funcionarios resultaron con contusiones debido al duro enfrentamiento.

No pasaron más que cinco minutos cuando se inició otra pelea entre otros dos internos de la cuerda de los almerienses y el resto de la población reclusa de ese mismo departamento. Los dos funcionarios se vieron obligados a intervenir de nuevo entre golpes y empujones, aunque, finalmente, consiguieron inmovilizar a los dos internos, que fueron igualmente aislados. En esta misma línea, la situación del módulo 6 del centro penitenciario de Jaén empeoró considerablemente desde hace unos cuatro o cinco meses. ¿El motivo? La llegada de un grupo de presos almerienses procedentes de la cárcel del “Acebuche”. Desde que fueron ubicados en Jaén, han estado rozando siempre los límites de la convivencia del departamento hasta que el hartazgo del resto de la población reclusa del departamento ha terminado por estallar.

Los internos jiennenses les acusan de presionar y extorsionar a otros presos del departamento para conseguir dinero y artículos del economato. Para ello, llegaron, según los propios internos, ha amenazarlos y agredirles físicamente. Como resultado de esta auténtica batalla campal en el departamento 6 de la prisión de Jaén, fueron aislados cuatro internos, algunos de ellos con hematomas debido a los golpes, y otro de ellos, por el mismo motivo, con tres grapas de aproximación en la cabeza.

Por su parte, los funcionarios recibieron patadas, empujones y algún que otro golpe. Desde la cárcel indican que desde que se decretara el estado de alarma por la covid-19, la situación había sido de relativa normalidad con algún incidente leve hasta que se ha producido este grave enfrentamiento.

Jaén