“Los Uribe”, ni para aparcar

Solo una semana después de anunciar que lo haría, la Junta comenzó a tapiar el solar del Palacio de los Uribe, el solar situado entre la calle que lleva el nombre de esta familia jiennense y la Plaza Santa Luisa de Marillac. La valla se levanta, con bloques de hormigón, en el lateral de la finca, la que linda con Santo Domingo. Educación recuperó la titularidad del inmueble, tras haber transcurrido una década, sin aprovechamiento, en manos municipales. Es la Consejería de Educación la que se hace cargo de este bien y, por el momento, opta por su cerramiento. Lo primero que se hizo fue colocar un cartel, en el que se avisaba de este paso, en virtud de la Ordenanza Municipal de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos y, después, de anunció que estaba prohibido aparcar, puesto que este es el uso que, a la espera de completar el cerramiento, todavía se le daba ayer al recinto.

Esta nueva decisión sobre el solar, en pleno casco histórico, representa un nuevo capítulo en la historia de un rincón de la capital sobre el que la falta de acuerdo pesa como una maldición. El mamotreto, que deja constancia de que allí, junto a los Baños Árabes y el Archivo Histórico de Santo Domingo, los Uribe tuvieron una casona, existe desde 2011. Hace ya 24 años se pensó abrir allí la Delegación Provincial de Cultura, al pertenecer al Gobierno andaluz. Poco después, lo que quedaba del palacio fue declarado en ruina por el Ayuntamiento y, en 1998, se consideró un buen sitio para la construcción de un centro educativo. Posteriormente, se desechó la idea y, de ahí, surgió el interés por levantar un instituto en otro solar del casco antiguo, el del APA-III. En el último año del mandato de la socialista Carmen Peñalver al frente del Ayuntamiento, hace ya siete, comienzan las obras para la construcción de un centro de adultos, pero el proyecto tampoco cuaja, ni tiene continuidad con el equipo de Gobierno que le sucede, del PP, y da lugar a la actual configuración de la zona.