Los refugios antiaéreos de la Guerra Civil, en observación

El Ayuntamiento y la UJA inician los trabajos en San Ildefonso, Joaquín Tenorio, La Merced y Cruz Rueda

02 oct 2019 / 11:35 H.

El Ayuntamiento y la Universidad de Jaén iniciaron los trabajos con georradar para delimitar los refugios antiaéreos que se construyeron durante la Guerra Civil en cuatro puntos de la capital jiennense: San Ildefonso, Joaquín Tenorio, La Merced y Cruz Rueda. Aquí los investigadores comenzaron sus labores del proyecto “Identificación, análisis, catalogación y puesta en valor de la arquitectura militar defensiva de la Guerra Civil Española en la Provincia de Jaén: educación patrimonial y conciencia histórica” a cargo del profesor Santiago Jaén. Unas labores que terminarán hoy y que dejarán una visión del mapa de los refugios antiaéreos en la ciudad.

El concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio, José Manuel Higueras, visitó las obras en la Plaza de San Ildefonso y subrayó que la ciudad cuenta con bastantes refugios antiaéreos, “previos a la guerra, pero también posterior a ésta” y estos trabajos que se inician “nos permitirán descubrir este subsuelo sin agresión alguna, nos dirán los huecos que hay para que podamos saber un poco mejor dónde están situados gracias a esta tecnología”. El edil de esta área puntualizó que una vez concluidas las acciones “podremos averiguar ese mapa de refugios en toda la ciudad con la intención de organizar una ruta turística en recuerdo de ese momento bélico que tuvo Jaén”. Así puso como ejemplo la plaza de San Ildefonso “pues la fachada de la Basílica cuenta con una proyección de una de las bombas que cayeron aquí y la famosa parada del reloj de su torre. Así, esta visita turística agregará más contenido si cabe a esta plaza gracias a este estudio”, concluyó.

Por otro lado, el profesor responsable de estos trabajos, José Antonio Peláez, estuvo acompañado por compañeros de la Universidad de Alicante para realizar estas prospecciones geofísicas en la plaza de San Ildefonso y en la plaza Cruz Rueda. Posteriormente en la plaza de Joaquín Tenorio, y hoy estarán en la Merced. El georradar es una máquina que emite pulsos de radar hacia el interior de la tierra y cuando encuentra oquedades y estructuras devuelve al exterior un pulso reflejado que este equipo de profesionales interpreta posteriormente. Los trabajos en cada plaza tienen una duración aproximada de dos horas que después pasarán al procesado de la información que les llevará días. La penetración de este georradar permite llegar hasta los cinco metros de profundidad, aunque sus resultados dependen de las características del suelo.

Por su parte, el director del estudio, Santiago Jaén, recordó que esta es una de las acciones del proyecto concedido por el IEG hace un año y que tiene por objeto identificar, documentar, analizar y proponer la puesta en valor de vestigios de la Guerra Civil. “Una de estas acciones es localizar estos refugios que siempre decimos que están ahí en el subsuelo y es una oportunidad para, a través del georradar, ver si estas estructuras siguen ahí” enfatizó Jaén, que añadió que antes de llegar a este punto de intervención con el georradar, “nos documentamos a través de archivos para ver qué tipo de fortificaciones se construyeron e intentamos así localizar sobre el terreno si siguen ahí o han desaparecido”. “Nos estamos encontrando con gratas sorpresas”, concluyó el director del proyecto.