Los peluqueros analizan en Madrid su “crítica situación”

Hay una fecha que el sector de la peluquería tiene marcada con rojo en el calendario, el 1 de septiembre de 2012. Fue el día que entró en vigor el incremento del IVA. Desde entonces, cortarse el pelo pasó de estar gravado del 8 al 21 por ciento. Ahora otro escollo se cruza en su camino, la aparición de las denominadas peluquerías “low cost”, afirma Manuel Castro, presidente de la Asociación de Peluqueros y Esteticistas de Jaén (APES). El colectivo visitó el Salón Look Madrid donde conoció las novedades del sector y reivindicó y analizó, junto con asociaciones de toda España la situación “crítica” que vive el sector.

La asociación indica que este tipo de establecimientos de bajo coste son cada vez más frecuentes en la provincia y también en la capital, donde, afirma Castro, al menos conoce dos. “Supuestamente este tipo de servicio entra dentro de la legalidad. Nosotros consideramos que roza la competencia desleal”, explica el presidente, quien añade que la pregunta que todos se hacen es cómo pueden subsistir. “Las cuentas no salen. Cualquier compañero del sector afronta una serie de gastos que son fijos, como el IRPF, la cuota de autónomos y, en caso de tener empleados, la nómina y el pago a la Seguridad Social”, cuestiona, y señala que tiene que estar en el uso de productos de mala calidad. La asociación no ve “viable” costear esos gastos y, al mismo tiempo, ofertar precios tan reducidos a los clientes. “La diferencia debe de erradicar en el servicio”, asegura. Por otro lado, Manuel Castro afirma que los peluqueros no olvidan aquel momento en el que se incrementó el IVA. Una fecha, además, en plena crisis económica que hizo que lo de teñirse el pelo o peinarse en un salón de belleza se convirtiera en una actividad de lujo. Este hecho hizo que muchas peluquerías tuvieran que bajar sus persianas en la provincia. Ahora, cuatro años después, la situación parece haber remontado. “El sector lo sigue pasando mal pero, como cualquier negocio resiste la situación como puede. Ahora, eso sí, este panorama no nos da opción para crear empleo como nos gustaría, es imposible”, lamenta Manuel Castro.

Ante este “crítico panorama”, la APES Jaén está inmersa en una batalla que le permita mejorar sus resultados y recuperar el sector, que se ha visto mermado en los últimos años, y cuyo volumen de negocio nacional se ha reducido en cuatro años un 34 por ciento. “No dejaremos de luchar, como cualquier empresario. También confiamos en que se produzca una reducción de los impuestos”, concluye Manuel Castro.