Los olivareros multiplican la producción de sus fincas

Los agricultores mejoran las técnicas y siembran más para amortiguar las habituales caídas del precio del aceite

02 oct 2018 / 12:07 H.

Los agricultores trabajan en el campo para amortiguar la caída de los precios del aceite de oliva. También para ganar más dinero durante los años que los acontecimientos vienen bien dados, lo que, al final, sirve para equilibrar sus cuentas cuando las campañas vienen cortas de aceituna. Un estudio del Plan Estratégico de Jaén, dirigido por Inmaculada Herrador —dentro de la Estrategia 6 “Jaén, centro mundial del aceite de oliva”— muestra el importante incremento de la productividad de las parcelas de olivares que existe en la provincia. El informe señala una media provincial que señala un incremento de las cosechas. Además, sorprende porque los olivos de Jaén echan más aceituna en secano y en regadío.

Concretamente, una hectárea con riego en la provincia genera alrededor de 6.238 kilogramos de aceituna, según señala el estudio de la Fundación Estrategias. Además, el indicador muestra una flecha ascendente o, lo que es lo mismo, el Plan Estratégico indica que los campos de regadío jiennenses son cada año más productivos. Es verdad que en esto influyen mucho la vecería o las precipitaciones, pero la tendencia desde 2008 hasta ahora plasma un claro incremento en los indicadores, que están tomados del Ministerio de Agricultura y Alimentación.

En cambio, no se trata de una circunstancia excepcional de las fincas de riego, sino de una tendencia generalizada y extendida en la mentalidad de los hombres y de las mujeres del campo, que trabajan para hacer más productivo su olivar y, consecuentemente, aumentar las cosechas que se generan en sus parcelas.

Está claro que no es lo mismo tener una campo con agua que sin ella. En cambio, la Fundación Estrategias también revela un claro incremento de la productividad de las fincas que producen solo en función del agua que les cae del cielo. En este caso, la media de la provincia alcanza las 2.400 hectáreas, pero el Plan Estratégico también revela una tendencia claramente ascendente. De esta manera, los agricultores tratan de elevar la producción para asegurarse las rentas. No hay que olvidar que el dinero que ingresa una familia que vive del campo está en función de tres variables: la cantidad de cosecha, el precio al que se comercializa su producto y las ayudas que recibe de la Unión Europea. Los jiennenses están manos a la obra para elevar la producción y, por el momento, parece claro que les da buen resultado.

Mejora de las técnicas agrónomas en la finca

Los agricultores han mejorado considerablemente las técnicas agrónomas. Los productores tienen un mayor conocimiento y aplican el talento para aumentar las cosechas con fincas en las que se hacen tratamiento que son cada vez más precisos. Los olivareros aplican los nutrientes que necesita en el campo en los momentos más oportunos dentro de un sistema que busca siempre la máxima rentabilidad en la cosecha, aunque con un claro afán para reducir los costes de producción que se generan en cada ejercicio.

Crece la densidad de árboles en el campo

La densidad de árboles aumenta en las parcelas de la provincia. Es verdad que algunos abogan por técnicas de cultivo intensivo o superintensivo, pero todavía son clara minoría. Jaén conserva la estructura de su olivar tradicional, aunque muchos agricultores han apostado por introducir nuevos árboles para cubrir espacios vacíos. De esta manera, los olivos cada vez se ven más juntos en las fincas, lo que tiene un impacto directo en la productividad que se genera en cada hectárea que está en producción en el mar de olivos.