Los nuevos termómetros aún no tienen electricidad
El Ayuntamiento ingresa unos seis mil euros al año por la ocupación del espacio público

Los nuevos relojes-termómetros que comenzaron a instalarse en los principales cruces de la ciudad en enero todavía no tienen suministro eléctrico. El concejal de Hacienda y Contratación, Manuel Bonilla, explica que ello se debe a que la concesionaria y la empresa suministradora de la luz todavía no tienen resuelto el contrato, por lo que el proceso se demora algo más de lo deseado para el Gobierno local. No obstante, más allá de la extrañeza que pueda causar a los viandantes el hecho de que ni la hora ni la temperatura se muestre en estos soportes, la tardanza no causa perjuicio alguno para las arcas municipales, puesto que la firma asturiana que se hizo con este contrato está al día de los pagos desde que se formalizó la relación entre la Administración local y la concesionaria, a finales de enero. El canon anual está establecido en unos seis mil euros.
Los relojes-termómetros regresarán a puntos de la capital donde eran habituales, como la Glorieta de Blas Infante, al final de la Avenida de Andalucía, o el cruce de la Avenida de Madrid con Ruiz Jiménez. La concesionaria podrá colocar publicidad en estos soportes. Otros de los emplazamientos previstos son Arquitecto Berges, frente al centro de salud; la Avenida de Granada, esquina Plaza de Toros; Roldán y Marín, en el cruce con Rastro; Navas de Tolosa, a la altura de Antón de Cuéllar; la Avenida de Madrid, en los números 2, 29 y 35, además de en el giro de Sebastián Martínez; en el Paseo de la Estación con Virgen de la Cabeza, con el Museo Íbero y el polígono de El Valle. Antes de que comenzara el montaje, fue preciso solventar los trámites con la Gerencia de Urbanismo, ya que se tuvieron que evacuar licencias para las pequeñas obras de instalación de estos equipos. A pesar de que algunos de los relojes-termómetro de la capital eran famosos, protagonistas de noticias en toda España por registrar temperaturas superiores a los 40 grados, incluso antes de que llegara el riguroso estío jiennense, estos elementos urbanos desaparecieron en 2017. Un decreto de la Alcaldía ordenó su retirada a la empresa concesionaria y la reposición de la solería, de ahí que no hubiera ni rastro de ellos hasta finales de 2018. Previamente se puso en marcha el proceso de adjudicación para la concesión demanial para instalación, mantenimiento y explotación publicitaria de estos elementos. La inexistencia de estos paneles y los anteriores problemas con los cobros, llevó a denunciar al PSOE que la Intervención municipal advertía “sistemáticamente” de que no se pasaba a cobro el canon a la empresa que gestionaba anteriormente los relojes, al igual que otra decenas de concesiones de pequeño importe, críticas que llegaron antes de reforzar la oficina de control de contratas, un empeño personal del edil Manuel Bonilla.