Los estudiantes jiennenses opinan sobre la nueva selectividad con menos exámenes

El Ministerio de Educación propone una prueba de “madurez académica”

01 ago 2022 / 06:00 H.
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La nueva Selectividad promete un incremento en las competencias, menos contenidos y, por ende, menos memorización. Todas las partes coincidían en la necesidad de un cambio, y la propuesta ya se encuentra sobre la mesa. El Ministerio de Educación no se queda fuera de la tendencia europea con su nueva propuesta de Selectividad, aunque el proyecto se recibió de manera desigual.

Especialmente, el Partido Popular, pero también muchos especialistas, se centraron en el hecho de que no se haya pasado a un modelo con un examen único para todo el país. Aún así y en otro orden de factores, la principal asociación de directores de institutos públicos la valora de manera positiva, así como muchos de los centros privados, aunque discrepan en algunos puntos. La realidad es que el Gobierno reduce la prueba de acceso a la universidad y los alumnos tendrán que hacer, de este modo, la mitad de exámenes que tienen ahora. Entre las etapas de 2023 y 2024, y 2025 y 2026, para dicha fase de acceso, será imperativo que los estudiantes se examinen de cuatro asignaturas pero, a partir de 2026 y 2027, únicamente existirán dos pruebas obligatorias. En todas las etapas anteriormente mencionadas se tendrá que realizar una prueba que bautizaron como de “destrezas asociadas al ámbito lingüístico” y cuyo objetivo principal consiste en evaluar “la madurez académica” del alumnado de manera “globalizada”.

De este modo, lo que se pretende es inculcar un sistema menos memorístico. Este nuevo diseño propuesto prevé la implantación de manera gradual del nuevo examen. En lo que sería el primer periodo transitorio, para la fase de acceso, entre los cursos 2023/2024 y 2025/2026, realizarán cuatro ejercicios que contarán un 25% de la nota final. Así, todos los estudiantes se examinarán de Historia de la Filosofía e Historia de España, y de una asignatura de modalidad obligatoria (Latín, Matemáticas, Artes Escénicas, Dibujo Artístico, Análisis Musical, o Ciencias Generales). En otro orden de factores, se eliminará la evaluación de la Lengua Extranjera y se incluirá una prueba “de madurez”.

“En primer lugar, falta concreción, es decir, se anuncia una prueba de madurez con cuestiones competenciales relativas a varias materias pero no hay precisión ninguna”, asevera Antonio Gómez García, profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Santa Catalina de Alejandría, quien también ha sido ponente en Selectividad durante siete cursos. “Se anuncian grupos de trabajo de aquí a diciembre para establecer acuerdos sobre el diseño de la prueba y se habla de un dossier y una serie de documentos sobre un mismo tema. Por tanto, a la imprecisión del anuncio se le suma la configuración vertical: el profesorado de Bachillerato y universidad, a través de las ponencias de distintas materias, tendrán que dar forma (mediante coordinación, revuelto o mercadeo, veremos) a un diseño prefijado desde arriba”, adjunta el profesor y ponente.

Antonio Gómez García añade, por otro lado, que el proceso de implantación se prevé largo: “Con lo cual, caben dudas razonables sobre la continuidad de la propuesta, ya que los tiempos políticos no suelen respetar los procesos educativos”.

El 97,07% de los 3.007 estudiantes que se presentaron en la provincia de Jaén a la fase de acceso de las Pruebas de Acceso y Admisión a la Universidad (PEvAU) en la convocatoria de junio, la superaron. Ante el nuevo panorama, Gómez finaliza: “En conclusión, puede ser interesante la propuesta competencial, pero no hay precisión y el proceso se propone sin consenso y muy dilatado”.

César Camacho León (estudiante): “Mi propuesta es valorar toda la trayectoria, no un examen final”

César Camacho León expresa: “Yo creo que la prueba de madurez de la que hablan ha estado ahí siempre. No hay más que ver que en la prueba de selectividad, hasta ahora, los estudiantes demostramos la madurez y la constancia; nuestra experiencia, a fin de cuentas, tanto vital como en el instituto. Lo que hemos aprendido durante todos estos años. ¿Qué mayor prueba de madurez si no?”. El estudiante, con media de sobresaliente en bachillerato y quien aspira a estudiar medicina, tendrá que repetir dicho proceso de selección pese a su 11,78: “He hecho selectividad este año en dos ocasiones: en junio y en julio. Aún así, tendré que repetirla el año que viene, pues no he obtenido la nota que esperaba. Por ello, mi propuesta es un cambio radical del método, como una evaluación continua por parte del profesorado. Que se valore la trayectoria, no un examen final. No importan los cambios que hagan en Selectividad; es necesario un cambio desde la raíz”, concluye.

Ester Martínez Pérez (estudiante) - “Lo justo es una balanza que no obstaculice, pero tampoco regale”

Ester Martínez Pérez obtuvo como resultado final en su proceso de selectividad un 12,9, además de una calificación media de sobresaliente en su etapa de bachillerato. La estudiante jiennense, quien comenzará a estudiar Matemáticas, no se sale de la línea: “Este año las notas de todas las carreras han subido considerablemente. Tengo bastantes amigos con medias muy altas en bachiller, pero que se han quedado a las puertas de aquello que querían estudiar, precisamente por este motivo. En ese sentido, no veo mal que reduzcan la dificultad en los procesos de selección en los que nos jugamos nuestro futuro”, manifiesta antes de añadir: “De igual modo, no considero justo que se ponga demasiado fácil, pues no habría distinción entre aquellos que se lo preparan bien y se esfuerzan, y aquellos que no lo hacen. Lo justo sería una balanza que no obstaculizase a unos, pero que tampoco regalase nada a otros”, ultima Ester Martínez.

Jaén