Los españoles compran más aceite y levantan el mercado

Las operaciones internas se recuperan, pero bajan en el extranjero

28 sep 2018 / 12:14 H.

El mercado del aceite de oliva ofrece una nueva sorpresa. Hasta hace unas semanas, fabricantes, productores y envasadores coincidían en que hacían falta más campañas de promoción dentro del país. Esta idea se mantiene, pero estaba avivada por una realidad emergente: el consumo de aceite de oliva en España estaba a la baja. Después de unas campañas con pérdida de parte del mercado —que no se ha notado en las fábricas gracias al buen ritmo de las exportaciones—, este año se veía cómo no se había tocado fondo.

En octubre (34.700 frente a 35.400), noviembre (63.600 frente a 76.300), diciembre (104.600-123.400) enero (160.100-177.800), febrero (200.500-217.700), marzo (239.600-266.100), abril (278.200-297.500), mayo (320.300-335.300), junio (356.500-362.000) y julio (391.600-392.200) se vendió menos aceite en España que durante el año pasado —en volumen acumulado—. En cambio, al final, la tendencia se ha equilibrado y todo apunta a que la campaña —a la que le queda un mes— no se cerrará con otra caída en el mercado interior. En agosto se comercializaron 433.000 toneladas dentro del país frente a las 429.200 de la campaña anterior, por lo que se ha invertido la tendencia y se ha recuperado el terreno perdido.

Una vez más, parece evidente que el consumidor español todavía es tremendamente sensible a los precios, ya que el incremento del consumo ha sido directamente proporcional a la devaluación del producto, que ha sido ligera, pero que se ha producido.

Por otro lado, la “mancha” de aceite de oliva en el mundo se ha detenido. La exportación de zumo de la aceituna ha sido clave para eliminar los “stocks” o, lo que es lo mismo, para que los agricultores no tuvieran que pensar en el producto que le quedaba del año anterior para planificar la venta de la cosecha que estaba por venir. El aceite se ha extendido por el mundo igual que si hubiera caído una gran gota sobre el mapa. Las cifras muestran que en Estados Unidos se dejó un buen gotarrón, que sigue avanzando, mientras que las gotitas en Rusia, Australia, Brasil, India, China o Japón también ofrecen resultados bastante esperanzadores. De hecho, las exportaciones han sido lo mejor que le ha ocurrido al sector durante los últimos años. En cambio, la Agencia de Información y Control de Mercados del Ministerio de Agricultura indica que ha salido menos zumo de aceituna que hace un año.

A falta de un mes para que se cierre la campaña de comercialización, se han exportado 793.100 toneladas. Se trata de una cifra que, hace unos años, resultaba totalmente utópica o, lo que es lo mismo, se veía como imposible. Esto demuestra todo lo que se ha avanzado. En cambio, si se compara con la del año pasado, hay diferencia. A estas alturas, hace doce meses, se habían enviado al extranjero 879.300 toneladas. La caída de las exportaciones no se puede entender desde el punto de vista de que existe menos interés en enviar las producciones fuera de las fronteras, algo que es clave para manejar las cosechas que están por venir, sino como una consecuencia de la propia producción. A nadie escapa que España y Jaén han tenido menos cosecha que hace un año, mientras que otros países han contado con una mayor producción. Por eso, existen operadores que han buscado otros mercados porque sabían que existía menos disponibilidad en España. Asimismo, las propias empresas jiennenses han tenido que ajustar mucho más las partidas que enviaban fuera porque la disponibilidad en las bodegas era menor.

La exportación de envasado aumenta a la vez que la internacionalización

La exportación de aceite de oliva envasado se ha disparado un 278% en los últimos 17 años, mientras que las ventas al exterior pasaron de las 400.000 toneladas en 2000 a más de 922.000 toneladas en 2017, tanto graneles como envasados, según datos de la Asociación Española de Industrias Exportadoras de Aceite de Oliva (Asoliva). Además, recuerda que España es líder mundial en la producción, comercialización y exportación de aceites de oliva y que exporta entre un 40% y 45% de la producción de aceite de oliva española y entre el 85% y el 90% de los envasados.

De esta manera, Asoliva demanda su “papel como interlocutor del mercado exterior y de la representatividad de la exportación española” al ser “pionero y protagonista en la conquista de mercados exteriores”, ya que exporta año tras año 500.000 toneladas y de ellas 280.000 toneladas envasadas, es decir el 40% de una producción media española. Subraya que una de las razones para ganar cuota en los mercados internacionales es la “modernización tecnológica” de la industria, así como la “gran profesionalidad” de las empresas exportadoras que han contratado para sus departamentos de exportación a personal muy cualificado.