Le piden cárcel por acosar a su ex con más de 2.000 mensajes

Presuntamente, le envió los textos y lo perseguía por la calle porque no aceptaba la ruptura de la relación

26 jun 2019 / 11:07 H.

En poco más de un mes, un vecino de Jaén, identificado como J. A. C., llegó a enviar centenares de mensajes al teléfono móvil del chico que había sido su pareja durante más de dos años. No aceptó la ruptura de la relación sentimental y trató de que la retomaran. Del 24 de diciembre de 2018 al 26 de enero de 2019, le remitió la friolera de 2.103 “whatsapps”: “Voy a contar la relación que mantenemos y así sabrá tu padre que eres homosexual”, “alguna vez te hice daño, podría hacértelo” o “Te amo. En cada rincón de Jaén que estés, estaré yo”, fueron algunos de los textos que le mandó. Además de los mensajes, J. A. C., presuntamente, persiguió a su exnovio por la calle, se montaba en el mismo autobús que él y lo esperaba en la puerta de los lugares que el denunciante solía frecuentar. Ahora, este joven de la capital se enfrenta a una petición de condena de 22 meses de prisión por delitos de acoso, amenazas y lesiones psicológicas, ya que la supuesta víctima tuvo que recibir tratamiento.

Los hechos se remontan a las últimas semanas del año pasado, cuando el denunciante decidió poner fin a una relación sentimental que había mantenido durante dos años con J. A. C. A partir de ahí, puso en marcha diversas acciones que causaron en el chico “un desasosiego emocional”. Presuntamente, el acusado se aprovechaba de que conocía los horarios y las rutinas del que había sido su novio. De esta manera, lo perseguía y lo esperaba en los sitios. Según consta en el escrito de acusación provisional, el 21 de diciembre, el procesado se acercó a su expareja y lo agarró por el brazo. El 4 de enero, presuntamente, le dio un manotazo en la mano cuando iban ambos montados en el mismo autobús. En numerosas ocasiones, le decía que era “un putero y un drogadicto”. La supuesta víctima llegó a presentar tres denuncias por hechos similares, en las que aseguraba que tenía “miedo de salir a la calle”. Además, durante ese tiempo, llegó a enviarle 2.103 mensajes de móvil. Eso hizo que tuviera que bloquearlo de todas las redes sociales y en el teléfono “por el temor que le tenía”.

Finalmente, estas conductas fueron consideradas por el magistrado instructor como presuntos delitos de acoso, lesiones y amenazas. La acusación particular, ejercida por el denunciante, pide una condena total de 22 meses de prisión, más el pago de una indemnización de 6.000 euros por los daños físicos y morales sufridos. En principio, el procesado siempre ha negado los cargos que se le imputan.

Se trata de uno de los pocos casos en que un caso de estas características llega a juicio por un supuesto delito de acoso. Hasta ahora, solían tramitarse por separado y como delito leve, tal y como confirman las fuentes consultadas.