Las monjas quieren “dar uso” al convento, pero “no gratis”

La Orden prefiere una finalidad asistencial o educativa para “Santa Úrsula”

22 abr 2016 / 12:00 H.

Como las modas, que van y vienen por su carácter cíclico, el destino del convento de Santa Úrsula vuelve a la palestra por el interés empresarial en explotarlo. Pero ¿qué quiere, qué pide su propietaria, la Orden de Monjas Agustinas Contemplativas? A 750 kilómetros de la capital jiennense, desde Villafranca del Bierzo, en donde se replegaron tras el progresivo fallecimiento de las religiosas de Jaén y el traslado de las dos últimas, cuando ya eran ancianas, al otro lado del teléfono una hermana que da por finalizada la conversación en cuanto se le pregunta por su nombre admite que, recientemente, se ha “mostrado” el convento. Pero asegura: “Nadie ha expresado interés en comprar”. “Una cosa es mostrar y otra vender”, aclara, mientras evita hablar de edificio en venta y de cantidades económicas que, según ha podido saber este periódico, para nada son millonarias.

No es la primera vez que “Santa Úrsula” se abre, discretamente, a alguien interesado en sus instalaciones para proyectos imaginados que no han llegado a materializarse. “Nosotras lo que queremos es darle uso —señala la misma voz femenina—. Las cosas, cerradas, se deterioran”. Ese es el motivo por el que la congregación se ha desprendido de “una cuarta parte del convenio”, con la cesión a la parroquia de La Magdalena de la iglesia que servirá para el culto de Santa Rita, el coro alto y bajo y una parte del jardín. Pero, desde hace ocho años, el resto del convento no tiene uso, tampoco tiene destino y la cesión gratuita, como en los casos anteriores, está descartada”. “No puede ser”, sentencia la religiosa, que emplea frases cortas, hiladas con recelo, por una desconfianza declarada hacia los periodistas. “Gratis no se puede dar”, repite. “Hay que pagar, agua, luz, IBI... Son muchos gastos y aquí tenemos un convento grande. Hay mantenerlo y las cosas no bajan del cielo”, explica. “Pero no hemos recibido ninguna propuesta”, insiste. Y, de recibirla, la venta se produciría “dependiendo” de la propuesta.

Calla a la opción de convertirlo en hotel. Solo confiesa: “Preferiríamos que fuera para otros motivos”. ¿Cuáles? “Una residencia de ancianos o un centro educativo”, como el traslado de la Escuela Oficial de Idiomas que, en su día, sugirió sin éxito la Federación de Vecinos Objetivos Comunes a la Junta de Andalucía. Un fin asistencial, educativo o cultural.

Pero nada así ha fraguado, a pesar de que reconoce que se ha hablado con el Obispado de Jaén, que afirma que les dijo que “no podía comprometerse”, o Cáritas Diocesana, que “dijo que era gastar mucho dinero y que no se podía”. Ocurrió “hace un año, o más”, duda el director de la organización dependiente de la Iglesia en Jaén, Rafael López-Sidro, pero no para adecuar el convento como residencia de ancianos, sino para instalar las dependencias de Cáritas en él. “Lo estuve viendo con arquitectos por si era viable”, apunta López-Sidro. Pero desecharon la idea. Aunque dice no recordar con precisión el precio de venta, señala: “Aun siendo una cifra barata, con la reparación de los tejados, que superaba el medio millón de euros, y el acondicionamiento del edificio a nuestras necesidades, que eran otros 500.000 euros más, el costo era muy alto y se escapaba de nuestras posibilidades”.