Las iglesias abren sus puertas

Un avance hacia la nueva normalidad. Muchos fieles acudieron ayer a los templos eclesiásticos durante el primer día de la fase 1 de la desescalada. Con reducciones de aforo, las iglesias de la capital volvieron a acoger a unos fieles que buscan la gracia divina para que esta pandemia llegue a su fin cuanto antes.

Una estampa que pudo verse en la Basílica Menor de San Ildefonso. Tras 59 días desde el cierre al culto y a las actividades parroquiales, el templo abrió ayer sus puertas, bajo unas estrictas medidas de seguridad marcadas tanto por la normativas sanitarias como por el mismo Obispado de la Diócesis de Jaén. A primeras horas de la mañana, los fieles y devotos de las imágenes de las seis cofradías que tienen su sede canónica, se acercaban emocionadas para venerar a sus imágenes más queridas, siendo la capilla sacramental y el camarín de la que es patrona y alcaldesa mayor de la ciudad, la Virgen de la Capilla la que más fieles ocupó en toda la jornada.

El espacio en bancos estaba señalado con cruces en los asientos que cumplían las normas de distanciamiento y el 30% del aforo indicado en la normativa. En las dos entradas principales se ofrecían geles hidroalcóholicos para todos los fieles tanto en la entrada como en la salida, obligando al uso de mascarillas y guantes a cuantos accedían al templo. Unos de los momentos más emocionantes se produjeron cuando a las 10:30 horas se celebraba la primera misa, que al coincidir con el día 11 de mes, se realizaba en la capilla de la patrona de Jaén, ocupando los feligreses los sitos indicados. El vicario parroquial Manuel Morales, emocionado, dio gracias a Dios y a la Virgen de la Capilla de poder volver a celebrar la Eucaristía, desinfectando sus manos con gel antes de la consagración, antes de la comunión y después de la misma y a todos los fieles se entregó un pañuelo de papel para recibir el acto sacramental.