Las flores cuajan y “dibujan” una cosecha con buena pinta

No ha sido una primavera con cantidades de polen en el aire tan grandes como las de otros años. Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía dice que el olivar ha tenido menos flores, por lo que se ha reducido considerablemente la polinización. Pero, ojo con los beneficios del agua de mayo. Los agricultores y los técnicos visitan ahora los olivares y, generalmente, vuelven con una sonrisa en la cara. Muchas flores han cuajado, por lo que ya se ven las aceitunas que tendrán que engordar para recogerlas en noviembre y en diciembre y convertirlas en aceite. Tienen el tamaño de una cabeza de alfiler, pero ilusionan como si fueran tan grandes como el balón de la Eurocopa. Sin embargo, en el campo existe un denominador común, que es el de la prudencia.

Los olivareros dicen que el mes de junio ha sido muy diferente al de otros años. Jaén recibió unos 70 litros por metro cuadrado durante mayo, que han servido para darle la vuelta a las previsiones de cosecha. Y no hay que olvidar que aquí hablar de aceituna es aludir a empleo, dinero, riqueza y bienestar. Pese a que los olivos han tenido pocas flores, el grado de fecundidad es muy alto. Los árboles se recuperaron con el agua de mayo, por lo que han protagonizado una fecundación espectacular. Por eso, se ven más flores de las que ya asoman pequeñas aceitunas de lo que es habitual. No se puede hablar de campaña histórica, pero tampoco de un desastre, como se presagiaba en abril. El olivar ha mejorado de manera espectacular y los retallos que salieron hacia adelante tienen bastante fruto —tampoco existe una cantidad espectacular, como en años anteriores, porque en el otoño y en el invierno no llovió—.

El vicepresidente de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía y jefe de los Servicios Técnicos de Asaja, Cristóbal Gallego, afirma: “Nuestros técnicos ya han elaborado un pequeño sondeo por las cooperativas. Por el momento, existe bastante disparidad. Algunos nos hablan de una cosecha muy similar a la de este año. Otros, nos dicen que tienen más, mientras que también los hay que señalan que existe menos. Todavía tenemos que esperar”. Asimismo, continúa: “De lo que no hay duda es de que el escenario para la provincia ha cambiado. Íbamos a un desastre porque nos habían caído 300 litros por metro cuadrado, mientras que ahora tenemos más de 500. Esto hace que pasemos de un tremendo pesimismo a un cierto optimismo porque abandonamos una situación crítica”. Cristóbal Cano, secretario general de UPA, manifiesta: “El cuaje ha sido bueno, pero quedan días críticos. Vemos el olivar en buena disposición, pero queda tiempo para que se forme la cosecha”.

Por otro lado, el secretario general de COAG, Juan Luis Ávila, matiza: “Las perspectivas son positivas, pero aún queda tiempo. Niveles de fertilidad tan altos resultan muy complicados de ver y este año los hemos tenido. Cuando caen 70 litros por metro cuadrado en mayo, pasan estas cosas que parecen hasta raras. Tendremos que ver cómo evoluciona”. Tanto Juan Luis Ávila como Cristóbal Gallego señalan que los agricultores están muy pendientes de un momento crítico, que es el del endurecimiento del hueso. Se producirá durante el mes de julio. Muchos temen que las pequeñas aceitunas se les comiencen a poner negras y no salgan hacia adelante. No hay que olvidar que el campo viene de un déficit hídrico considerable. Por eso, en los secanos se multiplica este riesgo. También se puede caer. Pero, pese a todo, ahora mismo, la cosecha tiene buena pinta. Que nadie espere una campaña histórica porque no la hay, aunque tampoco se prevé el desastre que se auguraba.