Larga vida a la Constitución

Los jiennenses la refrendaron hace 45 años con una masiva participación en el referéndum y el 89,5% de los votos afirmativos

06 dic 2023 / 05:30 H.
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Hoy hace 45 años desde que Jaén hiciese valer un contundente “sí” a la Carta Magna, que igualaba en derechos a todos los españoles y otorgaba la tan ansiada democracia, depositando la soberanía, de nuevo, en el pueblo. El 6 de diciembre de 1978 se significó en el referéndum de aprobación de la Constitución en España. La provincia jiennense cumplió con creces, con un 72,2% de participación sobre el censo total, de los cuales el 89,5% fue positivo, superando la media nacional, situada en un 67,11% de participación y un 88,54% de sufragios de respaldo a la Carta Magna.

En datos pormenorizados, con una población total de 671.563 personas, se dispusieron 1.053 mesas electorales en toda la provincia. De un censo electoral de 460.820 personas, 332.939 jiennenses ejercieron su derecho, mientras que 127.881 se abstuvieron. Las papeletas dieron como resultado 295.892 “síes” frente a 29.001 “noes”, siendo el resto votos nulos (2.229) o en blanco (5.818).

La cita libre con las urnas, tan desacostumbrada para la práctica totalidad de la población. El pueblo era consciente de la trascendencia de la Carta Magna, que ha supuesto una transformación absoluta en las infraestructuras del Estado. Los parlamentarios constituyentes jiennenses, en una legislatura que duró entre junio de 1977 y enero de 1981, fueron, en el Congreso, los socialistas Alfonso Fernández, Julián Jiménez, Juan Díaz y José Manuel Pedregosa, y los ucedistas José Antonio de Simón, Emilio Muñoz y José Ramos. En el Senado, salieron elegidos los socialistas Juan Zarrías, Juan José Contreras y Pedro Luis Martínez y, perteneciente a la UCD, Pedro Manuel Damas.

Diario JAÉN hizo una exhaustiva cobertura de la convocatoria al pueblo. Las noticias de la jornada, pese a todas las dificultades, ponían de relieve la “absoluta tranquilidad” en la capital y el resto de la provincia, aunque las “confusiones” causaron “entorpecimientos”, hasta el punto de que dejaron sin votar a un parte significativa de electores. Pese a todo, se calificó de “redonda” la jornada, algo rubricado por la exposición de los resultados a la puerta de los colegios. Diario JAÉN, además, se hizo eco del proceso de traslado de los datos hasta el Gobierno Civil. El 8 de diciembre, ya con resultados definitivos, las noticias valoraban que el porcentaje de votantes y de apoyo a la Constitución se situaba por encima de la media del país. Se desglosaban las cifras del censo y de las papeletas por municipios, con especial énfasis en los más poblados. Las crónicas se completaban con las reacciones de satisfacción, procedentes tanto de Jaén, Andalucía, España e, incluso, el extranjero.

Las modificaciones

En 45 años, la Constitución sólo ha tenido dos reformas. Una en 1992 y otra en 2011. En el 92, el año de los fastos de la Olimpiada de Barcelona, se modifió un artículo, el 13.2 y sólo para añadir esto: “y pasivo”. El artículo quedó así: “Solamente los españoles serán titulares de los derechos reconocidos en el artículo 23, salvo lo que, atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o ley para el derecho de sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales”. La segunda tuvo más calado y no exento de polémica. Fue durante el gobierno de José LUis Rodríguez Zapatero (PSOE) y se hizo con el apoyo del PP. Se suprimió el artículo 135 y entró uno nuevo. El artículo suprimido decía que el Gobierno estaba “autorizado para emitir Deuda pública o contraer crédito”. Con la reforma, dice que “El Estado y las CC.AA no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos por la Unión Europea”. El techo del gasto ya no era soberano, dependía de la UE.

<i>Apertura de la actual legislatura con el discurso de Felipe VI ante las Cortes. / Eduardo Parra / Pool / Europa Press.</i>
Apertura de la actual legislatura con el discurso de Felipe VI ante las Cortes. / Eduardo Parra / Pool / Europa Press.

Los retos actuales

En un escenario político crispado antes, durante y tras la puesta en marcha de la nueva legislatura, con el telón de fondo, y en superficie, del pacto del partido mayoritario en el Gobierno (PSOE) con los partidos independentistas catalanes (Esquerra y Junts), del debate sobre si se rompe o no el sistemas y el orden constitucional deriva la pregunta de si es necesaria reformarla para dar respuesta o respuestas a la tensiones territoriales, sobre todo. Uno de los padres del texto constitucional de 1978 ha hablado en las vísperas. Miquel Roca ha reconocido que no le “entusiasma” la idea de reformar la Carta Magna, pues considera que en estos 45 años no ha sido un obstáculo para el cambio social de España y que el debate de modificación le suena a un “pretexto para otra pelea” entre los partidos políticos. La víspera del aniversario de la Constitución, el Congreso pretendía reunir a Roca con el otro ponente que aún vive, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, pero éste no ha podido acudir al acto por motivos médicos. El coloquio lo completaban dos de los diputados más jóvenes del Congreso, Miguel Ángel Sastre, del PP, y la socialista Ada Santana. El que fuera portavoz de CiU en la Transición ha explicado que el objetivo de los ponentes era lograr una Constitución de consenso que durase y ha dado por cumplido su objetivo tras 45 años de vigencia y habiéndose aprobado en referéndum con un apoyo del 90%.

El rey y jefe del Estado habló la solemne apertura de la legislatura. Felipe VI defendió ante las Cortes a España como nación y como “realidad compartida” y reivindicó que la defensa de la Constitución no supone “mirar atrás con nostalgia” sino reafirmar el logro que supuso la Carta Magna. Ante diputados y senadores, entre los que no estaban los representantes de ERC, Junts, EH Bildu y BNG, el monarca destacó que “desde hace siglos España ha sido una realidad compartida y edificada por mujeres y hombres de diversa procedencia social o geográfica con ideologías distintas” pero con la idea compartida de “un mejor país para todos”. Felipe VI puso en valor la Constitución como “marco democrático” y que recoge toda una serie de valores que “no están anclados en el pasado y que deben proyectarse permanentemente hacia el futuro”. La Constitución “establece la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político como valores en los que se basa nuestra convivencia democrática”, y enfatizó que en la Transición fueron determinantes “la búsqueda del entendimiento, el reconocimiento de nuestras diferencias unido al mutuo respeto como ciudadanos, la certeza de que solo superando las divisiones tienen una base segura las libertades y los derechos”. En un Estado que los constitucionalistas dice que es ‘cuasi federal’ el debate sigue más que latente, calentado ahora por la coyuntura política de la legislatura. ¿Hacía donde mirar? ¿Estado federal? ¿República? La preguntas adoptan tono y forma según el cuadrante político de donde venga. A corto y medio plazo parece seguro que el modelo de organización del Estado seguirá como está y que será la política que ampara quien dé las respuestas a la financiación autonómica, los nuevos derechos, el impacto de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, a los encajes que deriven de la gobernanza europea

Jaén