La Universidad lo tiene claro: se debe apostar por la calidad

El catedrático Manuel Parras valora la protesta e incide en reclamar medidas

01 feb 2020 / 12:13 H.
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Insistir en concentrar la oferta, apostar por la calidad y por la venta del aceite envasado y por la buena gestión ante los bajos precios en origen del producto en el mercado. Estas son las medidas que propone la Universidad de Jaén (UJA) según palabras del catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados, Manuel Parras Rosa.

En este sentido, el experto considera imprescindible “exigir a las administraciones competentes mayor compromiso con el sector y, sobre todo, con las normas que tratan de equilibrar la cadena de valor y la regulación de la oferta”. “Hay que combinar autocrítica con demandas a las administraciones. Es un ejercicio necesario y responsable”, puntualiza el catedrático.

Asimismo, califica las protestas de “necesarias” para llamar la atención de estas administraciones a las que hacía referencia. “Hay que ser conscientes de que la situación de bajos precios no se va a arreglar inmediatamente, entre otras cosas porque hay una sobreoferta. En consecuencia, la clave es diseñar estrategias de aumento de la demanda, sobre todo y paradójicamente en los países productores, incluido España”, explica el catedrático en Comercialización e Investigación de Mercados, que también considera que el olivarero “no entiende que haya un importante esfuerzo en el campo y, sin embargo, el olivar tradicional sea ruinoso y no facilite el relevo generacional”. Ante la situación, afirma: “No se trata de buscar culpables, sino de hacer un diagnóstico certero de las circunstancias que llevaron al sector a esta situación para atajarlas y corregirlas”.

En su opinión, un cúmulo de circunstancias propicia que en la actualidad se den estos bajos precios. En primer lugar, considera que existe una sobreoferta sobre la demanda, ya que la demanda mundial lleva años estancada en tres millones de toneladas, por lo que se produce, incluso, una tendencia a la baja “que no se explica porque los denominados países emergentes no aumenten la demanda, sino que el problema se da en los países que son productores”.

En este sentido, Parras señala que España, Italia y Grecia, principales productores, dejaron de consumir en la última década 500.000 toneladas de aceite de oliva. “A veces ponemos demasiada atención en los países emergentes y nos olvidamos de los países productores, en los que debemos hacer mucho hincapié en temas de comunicación de las bondades de los aceites de oliva virgen, para la propia salud y la del planeta”.

Jaén