La UJA trabaja para dotar de sentidos e inteligencia a robots

El objetivo es crear un autómata que trabaje con las personas mayores

05 abr 2018 / 09:22 H.

Que un robot sea capaz de “atender” a una persona: desde reconocer quién le habla dentro de una habitación, hasta seguirla con la mirada y, en definitiva, interactuar con ella. Ese es el objetivo de un grupo de investigadores de la Universidad de Jaén, que diseña un nuevo modelo de interacción con el que mejorar los mecanismos de atención en androides de uso social a través del diseño de un sistema de procesado de la información.

Se trata del grupo TIC-227 “Multimedia and Multimodal Processing” (M2P), uno de los más jóvenes de la UJA, formado por ingenieros, físicos e informáticos. El equipo jiennense participa a través de esta investigación en un proyecto conjunto con las universidades de Málaga, Extremadura, Castilla La Mancha y la Carlos III de Madrid con el principal objetivo de crear un robot que trabaje con personas mayores.

Dentro de este proyecto, el grupo de la UJA se ocupa concretamente del diseño del software que dote al robot de los mecanismos necesarios para “prestar atención” y poder comunicarse con sus usuarios. “Lo que hacemos básicamente es trabajar en el procesado multimodal para permitir que el robot pueda tratar distintos tipos de información, audio y visual, y así mejorar su capacidad de interacción”, explica Pedro Jesús Reche, miembro del grupo. Para ello, los investigadores trabajan en un sistema que fusiona la información visual que recibe el robot a través de las cámaras con la auditiva que recibe a través de los micrófonos. “La idea es que el robot tenga comportamientos socialmente aceptables”, añade.

Pedro Jesús Reche señala que, según el uso que se realice del androide, éste puede incorporar una o varias cámaras de vídeo, al igual que los sensores de audio. “Si quieres que el robot pueda tener conciencia de la profundidad que hay en el espacio no vale con una sola cámara, se necesitan al menos dos, al igual que el ser humano tiene dos ojos para calcular mejor el espacio”, destaca el investigador. Así, los ingenieros de la UJA se inspiran en la propia biología humana para conseguir estas habilidades, aunque la manera de alcanzarlas, desde el punto de vista tecnológico, es distinta y a veces permite superar las dotes humanas.

El diseño de este modelo de procesado de información permite al robot interpretar lo que ve y lo que oye y, por lo tanto, interactuar con las personas. La meta, a largo plazo, es conseguir que trabaje con mayores dentro de un entorno inteligente dotado con sensores y otros mecanismos que lo ayuden a desenvolverse: “En robótica hemos avanzado mucho, pero aún queda trabajo por hacer, sobre todo para dotar al autómata de sentidos y de inteligencia”.