La protesta olivarera obtiene aliento para ir a los puertos

Los olivareros continúan con su lucha para revertir la crisis del sector marcada por unos precios bajos. Un grupo de agricultores se movilizaron a través de las redes sociales para concentrarse en las sedes de las tres organizaciones agrarias de Jaén, Asaja, UPA y COAG. Pronto comenzaron a llegar los primeros, sobre las 8:30 horas empezaron a cortar la Avenida de Granada, frente a la puerta de Asaja, punto de quedada de los olivareros. Alrededor de 200 personas acudieron a la llamada del sector —unas 70, según la Policía Nacional— que, al grito de “Un precio justo para el aceite”, comenzaron su reivindicación. Allí fue el lugar donde se vivieron los momentos más tensos de esta manifestación pacífica, cuando el gerente y portavoz de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero, salió a escuchar las propuestas de los agricultores a la vía. Unas conversaciones con tono alto, que no llegaron a buen puerto y la Policía Nacional aconsejó a Valero a meterse dentro de la sede de la asociación.

Fue la primera parada de las tres que tenían previstas. Así, la marcha continuó por la Avenida de Granada, que estuvo cortada durante más de una hora. Luego bajaron por la Avenida de Madrid y la protesta se desvió hasta el Paseo de la Estación para llegar a la sede de UPA-Jaén. Allí, su secretario general, Cristóbal Cano, los recibió y escuchó. Dio su punto de vista, que concordaba con los manifestantes, al creer que “el dinero del aceite se lo llevan unos pocos a costa del trabajo de los olivareros”. Tras un primer encuentro, un grupo reducido de agricultores, en representación de los asistentes, tuvieron una reunión con Cristóbal Cano, dentro de la sede de la asociación. De allí salieron con dos ideas claras: juntarse cuando finalice el estado de alarma para analizar la situación del sector y convocar, de nuevo, las concentraciones previstas para el pasado mes de marzo, con las protestas en los puertos de Algeciras y Motril. Además, también se decidió movilizarse en las envasadores, “una de las principales culpables de esta crisis de precios”.

Con estas propuestas, los olivares continuaron su marcha con satisfacción, por haber conseguido una recompensa a su lucha. Desde ahí, se dirigieron a la sede de COAG en Jaén, cortando el tráfico en la calle Maestro Cebrián. En este lugar, los agricultores se sintieron “abandonados”, ya que no fueron recibidos por ninguna persona en la sede de la asociación. Estuvieron esperando más de media hora, pero sobre las 12:30 horas, los manifestantes se despidieron con una sonora pitada a COAG por no ser escuchadas sus reivindicaciones. De esta forma terminó una mañana de mucha acción pero con premio.