La Policía Local ejecuta la orden de precinto contra “El Batán”
Urbanismo alega que no tiene licencia y la empresa contesta que está todo en regla

Una patrulla de la Policía Local de Jaén se personó ayer a mediodía en el Complejo “El Batán” de Jaén para ejecutar una orden de precinto dictada por la Gerencia Municipal de Urbanismo el pasado mes de septiembre. Los agentes procedieron al cierre del local por carecer de licencia para la celebración de espectáculos públicos. “Lo tenemos todo en regla”, asegura Francisco Jiménez, el secretario del Club Social Nuevo Batán, quien anuncia que recurrirán ante los tribunales administrativos la decisión del Ayuntamiento sin descartar una querella contra el alcalde por prevaricación.
El cierre de este local de ocio deja en el aire los tres eventos previstos para este fin de semana, así como una veintena de puestos de trabajo. “Todavía no sabemos lo que vamos a hacer”, explica el representante de esta entidad.
Este espinoso asunto comenzó a fraguarse hace ahora un año. El 14 de mayo de 2016, la Policía Local se presentó en el local, en el que se estaba celebrando una comunión. Acudieron a raíz de una denuncia presentada por uno de los propietarios del antiguo restaurante Mistral. Los agentes levantaron acta de infracción porque el local no tenía licencia para esta actividad. En julio, los funcionarios incoaron otra denuncia por un concierto al aire libre que carecía de autorización administrativa. Estas denuncias hicieron que la Gerencia de Urbanismo abriera un expediente. El Grupo RTable 6, la empresa que gestiona “El Batán”, alegó que cl complejo lleva funcionando desde hace más de cuarenta año y que siempre ha tenido los permisos en regla.
El expediente concluyó el 21 de septiembre de 2016. Entonces, Urbanismo decretó la prohibición de abrir el complejo: “Proceder al cierre inmediato y al precinto del Salón de Celebraciones por parte de la Policía Local, debiendo proceder, en su caso, al desalojo de las personas congregadas en el establecimiento”, dice, literalmente, la resolución. Durante todos estos meses, “El Batán” ha venido celebrando eventos con total normalidad. Y, desde entonces, el denunciante ha ido presentando escritos todas las semanas en el Ayuntamiento, en Urbanismo y en la Policía Local para que se ejecutara la orden de precinto. Finalmente, y tras una nueva resolución en la que se ratificaba el cierre, los agentes procedieron a la clausura del establecimiento. Para asegurar que no abrirá, colocaron una cadena con un candado. Eso sí, le dieron copia de la llave al guarda de la finca, para que pueda entrar a su casa, ya que allí tiene su residencia habitual.
Francisco Jiménez asegura que no entiende la decisión de la Gerencia de Urbanismo. Explica que el “El Batán” funciona como un club privado, al que solo tienen acceso sus socios o los invitados de su socios y que no realiza actividad mercantil alguna. “No es un establecimiento abierto al público, como así lo han acreditado las propias actas abiertas por la Policía Local, que ponen de manifiesto el empleo exclusivamente privado de las instalaciones”. Además, añade que tienen la licencia de uso como club social desde hace casi 40 años, un periodo en el que el local ha funcionado con total normalidad. Del mismo modo, denuncian “el acoso” al que se ha visto sometido por parte del denunciante. Francisco Jiménez anuncia que pedirá a los tribunales que revoque la medida de precinto.