La Policía cierra dos “narcosalas” en Linares
Los cuatro detenidos, todos de la familia de Los Mallarines, son enviados a prisión preventiva
Espectacular redada antidroga en Linares. La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas —tres hombres y una mujer— acusados de estar detrás de dos activas “narcosalas” ubicadas en sus domicilios y en las que, presuntamente, se suministraban todo tipo de sustancias estupefacientes. En los registros de las viviendas, los agentes se incautaron de unos 10 gramos de cocaína, así como abundante material de corte. La nueva juez del Juzgado de Instrucción número 3 de Linares envió a los cuatro arrestados a prisión preventiva, acusados de un delito contra la salud pública. Con la redada, la Comisaría de Linares da por desarticulado un punto negro de venta de droga en la barriada de “El Cerro”, considerado el gran supermercado de la cocaína en la provincia.
Los detenidos son miembros de la familia de Los Mallarines. Son gente muy joven —el mayor tiene 27 años— y sin antecedentes policiales previos. Los investigadores aseguran que se trata de una nueva generación del clan, que ha tomado las riendas del “negocio”, después de que la Policía haya descabezado la organización en varias ocasiones. De hecho, hay numerosos “mallarines” cumpliendo condena en prisión por delitos de tráfico de drogas que cometieron en esa misma barriada de “El Cerro”. Agentes con años de experiencia en la Comisaría de Linares aseguran que, en operaciones anteriores, vieron a los ahora detenidos jugando a la pelota en la calle mientras se llevaban esposados a sus familiares. La investigación contra ellos comenzó hace varios meses, después de que la Policía Nacional detectara un incremento del trasiego de yonquis que acudían a dos domicilios de la calle Alberto Lagarde para adquirir su dosis. Agentes de paisano realizaron cientos de horas de vigilancia en la zona y levantaron numerosas actas administrativas por tenencia de sustancias estupefacientes. Droga recién comprada, presuntamente, a los detenidos. Los investigadores también comprobaron que algunos de los arrestados vendieron numerosas joyas en establecimientos de compra y venta de oro. Alhajas con las que, presumiblemente, les habrían pagado la droga. Con todos esos indicios, la juez accedió a la petición de la Policía y les concedió una orden de entrada y registro en los domicilios de los implicados. El resultado es el cierre de dos “narcosalas”, utilizadas para consumir lejos de las miradas indiscretas, y la desarticulación de una organización dedicada al trapicheo de drogas.