La jiennense Ana Cuevas relata el miedo vivido en Paiporta
La joven asegura que su pareja, Rubén Pascual, estuvo entre la espada y la pared fruto del desbordamiento del río
La ciudad de Valencia no sufrió la descomunal sacudida que sufrieron muchos municipios limítrofes a la ciudad del Turia. Fueron, en mayor medida, fuertes rachas de viento que causaron el desplome de árboles y mobiliario. Lo cuenta Ana Cuevas Ávila, una joven valenciana vinculada a Lupión, pues su padre era natural de este municipio jiennense. “El grueso de la DANA no ha afectado a lo que es la capital, la peor parte se la han llevado los municipios de alrededor, donde las calles presentan una estampa de coches amontonados”, expresa Ana Cuevas. Paiporta, a 12 kilómetros de la capital, en la comarca de la Huerta Sur, es uno de los pueblos que se inundaron y su pareja, Rubén Pascual Crats, cuenta con un concesionario de vehículos de ocasión en el polígono industrial.
Asegura que su pareja, al igual el resto de personas que estaban trabajando en este emplazamiento el pasado martes, estuvo entre la espada y la pared, fruto del desbordamiento del río. Hasta el momento se contabilizan 40 de los 95 muertos que ha provocado la gota fría en este pueblo de unos 23.000 habitantes. “Según mi pareja, al estar rodeado de un mar que apareció en cuestión de horas, todo el mundo estaba subido a los tejados. De hecho, los últimos rescates en techos de naves industriales se han producido este mismo miércoles”, afirma Ana Cuevas. Los equipos profesionales de rescate han conseguido salvar a unas 2.500 personas. Pero en estas labores de salvamento también ha participado la propia ciudadanía, como Rubén Pascual, quien acudió al rescate de un hombre atrapado. “Cuando bajó el nivel del agua, pudo aproximarse. Fue con el coche hasta donde pudo y después a pie. Tuvo muchísimas complejidades”.