La generosidad de la Divina Pastora

La hermandad recorre conventos e instituciones con su venerada imagen del siglo XVIII

28 jul 2016 / 17:30 H.

La emoción sobresale mientras que la mantienen entre sus manos. Es una “joya” que colma de devoción a los hermanos de la Divina Pastora de las Almas, una imagen miniaturizada de su titular, obra anónima del siglo XVIII, especialmente delicada y bella. Cada año, el hermano mayor la custodia en un altar en su casa, un honor indescriptible para ellos. En esos meses, la llevan a visitar a los enfermos que la reclaman. Pero además, en los últimos once meses, el hermano mayor de fiestas actual, Francisco Jiménez, ha querido ir más allá, hacer que la sociedad jiennense se “prende” de la Divina Pastora. “Quería que la gente conociera nuestra virgen, esta imagen de la que se han quedado enamorados”, destaca. Por ello, iniciaron un recorrido que los ha llevado a los cuatro conventos de clausura que existen en la capital —los de las órdenes de las dominicas, bernardas, carmelitas y franciscanas— y a instituciones públicas, como el Ayuntamiento de Jaén y la Comandancia de la Guardia Civil. “En los conventos ha llegado a estar unos días y ha sido una experiencia muy agradable”, resalta Jiménez.

Y en este especial recorrido, en el que generosamente comparten unos minutos con su venerada imagen miniaturizada de la Divina Pastora de las Almas con la sociedad jiennense, hicieron una parada en la Redacción de Diario JAÉN. Hasta el Polígono de los Olivares se desplazó buena parte de su junta directiva, encabezada por su presidente, Antonio Martínez; el secretario, José Enrique Solas; la hermana mayor saliente y vocal de culto, Chari Martínez Romero; la antigua hermana mayor, Rocío Martínez y el hermano mayor de fiestas, Francisco Jiménez. Fueron recibidos por el director del periódico, Juan Espejo, con el que compartieron impresiones y novedades de la celebración de sus fiestas, que tendrán su jornada grande el 4 de septiembre. “Queremos darle realce a la celebración en el entorno de San Ildefonso, por lo que decoraremos la plaza en tonos azules, alusivos a la Inmaculada”, adelanta el hermano mayor. Las tradiciones son esenciales en esta hermandad que nació en 1595 y, como resalta su secretario, José Enrique Solas, trabajan por seguir “manteniéndolas, fomentarlas e impulsarlas”. De hecho, es la única cofradía que mantiene la tradición de regalar los garbanzos tostaos, como brindis de lo mejor que se tenía en una casa, y este año quieren recuperar otra, el ponche al que se convidaba a los hermanos tras el triduo. Tradiciones que recuerda la hermana mayor saliente, Chari Martínez Romero, de su infancia, en torno a los años 40 del pasado siglo.