La Fiscalía pide doce años de cárcel por agredir sexualmente a su hijastra durante más de un lustro
Presuntamente, la sometía a todo tipo de tocamientos
Eduardo José G. O., un militar cordobés de 34 años, será juzgado en la Audiencia Provincial por agredir sexualmente a la hija de su compañera sentimental durante más de seis años. La Fiscalía pide para él una condena de doce años de cárcel, lo máximo para este tipo de delitos. El hombre niega todos los cargos y asegura que todo se trata de una invención de la madre de la niña.
El escrito de calificación de Fiscalía del Ministerio Público describe que las agresiones sexuales se produjeron desde que la menor tenía siete años y se prolongaron hasta que la menor estaba a punto de cumplir los 14 años. La Fiscalía recoge que las agresiones comenzaron en 2006. Relata que el acusado comenzó, “con ánimo libidinoso y de satisfacer sus deseos sexuales”, a someter a la pequeña a numerosos tocamientos. La menor vivía con sus abuelos durante toda la semana y era los fines de semana cuando se trasladaba a vivir con el acusado y su madre a un domicilio de Linares. El procesado, con la excusa de bañar a la menor, aprovechaba estos instantes para someter a la niña a tocamientos, siempre según el Ministerio Público. Superaba la resistencia de la menor dándole “pescozones” o sujetándola fuertemente por los tobillos para evitar que la niña cerrara las piernas. La voz de alarma la dio la niña cuando dijo a su abuela que no quería que la bañara más el acusado. Y, aunque la madre de la pequeña le pidió que dejara de hacerlo, Eduardo José G. O. “aprovechaba siempre que la madre de la menor no estaba en la casa o estaba acostada” para “seguir realizando tocamientos a la menor de forma continua”. En este sentido, el fiscal añade que el procesado se paseaba desnudo delante de su hijastra e, incluso, le facilitaba preservativos. En algunas ocasiones, el hermano de la menor presenciaba las escenas, tal y como relata el Ministerio Público.
Además de los 12 años de prisión, la Fiscalía solicita 12 años de prohibición de acercarse a la menor de 500 metros y comunicarse por cualquier medio con ella. En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Público le solicita una indemnización de 15.000 euros por los daños ocasionados a la niña. La defensa solicita la libre absolución con todos los pronunciamientos favorables.