La fe jiennense llega hasta Roma
El obispo de Jaén comienza su primera visita “ad limina” como prelado
Cada cinco años, todos los obispos católicos han de hacer una visita oficial a Roma. Según la Conferencia Episcopal Española, comprende la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo “como expresión de comunión eclesial” y el encuentro con el Papa como sucesor de San Pedro. A ello se le conoce como visita “ad limina”, y el obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, comenzó este lunes la suya junto los otros 17 obispos de las provincias eclesiásticas de Granada, Sevilla y Mérida-Badajoz. Para el obispo jiennense se trata de su primera visita “ad limina apostolorum” como prelado, ya que la última tuvo lugar el pasado 2014, primer año del pontificado del Papa Francisco. Este encuentro de trabajo de los obispos en Roma concluirá el próximo 22 de enero.
La primera jornada comenzó con la celebración de la eucaristía en el altar junto a la tumba de San Pedro, en el Vaticano, una celebración religiosa presidida por el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez. El prelado del Santo Reino presentó ante el altar a todos los jiennenses y sus necesidades, según expresó el propio Chico Martínez al término de la misa. El obispo de Jaén también tuvo la oportunidad de rezar ante la tumba de San Juan Pablo II, al que el prelado tiene una especial devoción.
El programa incluyó las visitas de trabajo al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, las Congregaciones para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica y para la Doctrina de la Fe y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, según se informó desde la Diócesis de Jaén un comunicado. También está previsto que celebren la eucaristía en las cuatro basílicas romanas: San Pedro, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros. El momento central de la visita “ad limina” tendrá lugar este viernes, cuando está prevista la audiencia con el Santo Padre.
El papa Francisco se había visto obligado a suspender estas visitas por el empeoramiento de la crisis sanitaria derivada de la pandemia de covid-19. Las visitas “ad limina” se dividen en cuatro grupos y comenzaron en diciembre. El primer grupo, que visitó Roma del 13 al 18 de diciembre, estuvo compuesto por los 24 obispos de las provincias eclesiásticas de Santiago de Compostela, Oviedo, Burgos, Pamplona y Tudela y Zaragoza. El segundo grupo, del 10 al 15 de enero, lo integraron 22 obispos de Tarragona, Barcelona y Valencia. El tercer grupo es al que pertenece el obispo de Jaén. El cuarto y último grupo acudirá a Roma entre los días 24 y 29 de enero y lo compondrán 20 obispos de Toledo, Madrid, Valladolid y el Ordinariato Castrense.