La dura vida de una oposición que acaba con un desenlace feliz

Lourdes Martos es una opositora que nunca ha dejado de perseguir sus sueños y luchar por ellos. Estudió Derecho y Administración de Empresas y, a sus 32 años, esta joven natural de Baeza ha sido la primera de la provincia jiennense en las oposiciones a notarios. Una de las 91 aprobadas en todo el país, que después de siete años con dedicación plena a esta tarea, ve la recompensa.

Comenzó a prepararse las oposiciones de Registro Mercantil a los 25 años y, después de unificar los temarios, decidió por presentarse a las de Notaría. Una prueba muy dura, pero Lourdes Martos quiere resaltar que la verdadera dificultad estriba sobre todo en el número de temas (348) y la precisión con la que hay que decir los mismos. “La oposición dura casi un año y son cuatro ejercicios, dos orales y dos prácticos en los que debemos manejar con gran soltura la legislación civil, mercantil, hipotecaria y fiscal y la sentencias y resoluciones que las aplican e interpretan”, define la oposición la protagonista jiennense.

Una hazaña que no podía haber realizado sola. “Sin el apoyo de mi familia y mis preparadores no lo hubiera conseguido. Mis padres son el pilar fundamental, en lo económico claro está y también en lo psicológico, siempre me han animado y han hecho que estos años los llevara bastante bien, manteniendo la ilusión. Los preparadores son los que mejor nos conocen en la oposición, son personas generosas en todos los sentidos, realizan su labor de forma totalmente gratuita y en mi caso también siempre me han animado a seguir hasta conseguir el objetivo”, confesó Martos, que ahora tiene que mirar al futuro y como ella misma afirma, estará relacionado con lo que siempre le ha gustado, el derecho y relacionarse con las personas. “Tras el concurso podré ejercer está bonita profesión que aúna perfectamente esos dos requisitos. Espero poder resolver los distintos problemas que me planteen las personas que acudan a la Notaría y que se vayan con todas sus dudas resueltas y la tranquilidad de haber encontrado la solución jurídica más adecuada a sus necesidades”.

Por otro lado, el día que conoció los resultados de las pruebas confiesa que fue una “satisfacción personal indescriptible de ver que al final el esfuerzo ha tenido su recompensa y se ha conseguido el objetivo”. Ahora tiene por delante una gran carrera como notaria después de los siete años dedicados, plenamente, al estudio.