La debilidad de los partidos en la apuesta por la cultura
Tenían tres minutos cada uno para hablar de las propuestas de sus respectivos partidos en cultura. Pero las réplicas que consideraron que no habían podido hacer en bloques anteriores hicieron que algunos candidatos, como Diego Cañamero, apenas dedicara algunos segundos para destacar, sobre todo, la defensa del flamenco. No hubo más, aunque, en general, este bloque mostró las debilidades de los cuatro grandes partidos, más pendientes de la reactivación económica o de la salvaguarda de los pilares del Estado del bienestar. La cabeza de lista del PSOE de Jaén al Congreso, Micaela Navarro, definió la cultura como un “complemento esencial de la educación”, necesaria para generar empleo. La consideró “imprescindible” para el turismo de interior y valoró la riqueza patrimonial de la provincia, en yacimientos arqueológicos, como Cástulo (Linares) o Cerrillo Blanco (Porcuna), y museística, con el de Zabaleta, en Quesada, y el legado del poeta Miguel Hernández.
José Enrique Fernández de Moya, cabeza de lista del PP de Jaén a la Cámara Baja, puso como ejemplo de la apuesta de su partido por la cultura la cesión del edificio del Banco de España; la inversión de “más de 9 millones de euros” en el mandato pasado para, entre otros, el Palacio del Vizconde de los Villares, el Parador de Santa Catalina, o el arreglo del pabellón 2 de la techumbre de la Catedral o la intervención que se realizará en el torreón de Torres de Albanchez gracias a una subvención de 300.000 euros.
Aunque lo tuvo difícil para apuntar las propuestas de su partido para impulsar la cultura, ya que se enzarzó en una refriega con el candidato del PP a propósito de los 5 asesores que tiene el grupo de C’s en el Parlamento andaluz con 9 diputados, Raquel Morales abogó por una nueva Ley de Mecenazgo y reformar la de propiedad intelectual, por dotar de más recursos la cultura y, sobre todo, por rebajar del 21 al 10% el IVA cultural.