La calidad y el valor añadido del olivar no se pagan bien

COAG, “dispuesta a pelear” por la rentabilidad logra el respaldo de la Diputación y la Junta

17 may 2019 / 11:00 H.

Es de necios confundir valor con precio, dijo Francisco de Quevedo en el XVII, para que Antonio Machado la hiciera popular la máxima tres siglos después. La reflexión bien hubiera valido como lema de la edición de Expoliva de 2019, la feria más importante del olivar, que acoge Jaén. Y es que, entre tanto tractor, tanto pan con aceite exquisito para mojar y tanta centrifugadora, a los que viven del monocultivo no se les va de la cabeza que, ayer, el litro de virgen extra se vendía a 2,2 euros y el virgen y el lampante todavía más barato, en torno al 1,8. Es decir, según dicen los que producen, se roza el tener que trabajar a pérdidas. Y en la necedad de la realidad de pagar un precio bajo por el zumo de la aceituna, que tiene un valor que va mucho más del monetario en la provincia, la mayor almazara del mundo, está el debate y, sobre todo, el quebradero de cabeza del sector. El secretario general de COAG en Andalucía, Miguel López, fue claro al respecto: "O hay precio o no se hace rentable lo que hacemos".

El líder de la organización agraria, que junto a UPA tiene convocada una protesta ante la caída de los precios para el próximo 29 de mayo, hace su diagnóstico de esta enfermedad. Por un lado, los olivareros, alentados por la propia evolución de la sociedad y un mayor interés por la calidad alimentaria y la vida sana, se esfuerzan en subirse al tractor de la modernización y la innovación, pero, en lugar de irles bien, les va peor. "Estamos viendo cómo el mercado está en una situación de especulación, permanente, diría yo ya, con unas estrategias muy bien definidas", razona como explicación a esta paradoja. "No nos vamos a quedar cruzados de brazos, vamos a ir a la calle, vamos a pelear", dejó claro Miguel López y, ante lo que calificó como la “obsesión de algunos por cargarse el panel de cata, ahondarán en la exigencia de que haya un laboratorio que preserve la calidad y la seguridad alimentaria y aclare de dónde viene el aceite, la trazabilidad. Lo dijo en un foro sobre el olivar que reunió, en Expoliva, a medio millar de agricultores de toda España.

No clamó en el desierto el líder andaluz de COAG, sino que planteó sus demandas ante responsables públicos que pueden aportar soluciones. Cristina De Toro, directora general de Industrias y Cadena Alimentaria de la Junta de Andalucía, aseguró que el Gobierno autonómico trabajará para lograr la autorregulación, de la mano de impulso de la comercialización, la incorporación de los jóvenes agricultores, con fondos sobre la mesa, como una partida de 120 millones del Plan de Desarrollo Rural y 11 para modernización, además de trabajar en que los laboratorios de referencia de la Administración regional sean útiles para los productores. La delegada del Gobierno andaluz, Maribel Lozano, en esta línea, aseguró: “La situación de la producción no justifica la distorsión del mercado en materia de precio. No hay causas objetivas que lo motiven". Sus soluciones, mejorar la cadena de valor, con acciones como la tramitación de la Indicación Geográfica Protegida Aceites de Jaén.

Por su parte, el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, recomendó “mirar con luces largas, analizar cuáles son los motivos y no quedarnos en el lamento permanente, sino en todo lo que podemos hacer”. "Hay que trabajar en llegar a nuevos consumidores y conquistar nuevas cocinas en países emergentes, garantizar que lo consume el consumidor sea de verdad lo que compra y paga y reflexionar sobre la necesidad de agrupar la oferta para que tengamos capacidad de influir en los precios”, planteó.

“El mercado comienza a moverse ya, pero hacia una bajada”

Javier Mora Moral, delegado del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía en la provincia de Jaén, cree que el mercado ya comienza a moverse en estos días de celebración de Expoliva, pero, como apuntó, a la baja. Hay elementos que apuntan que la próxima cosecha será también importante, como la floración, lo que, paradójicamente, puede terminar por ser una noticia no tan buena para el campo, ya que vaticinaría otra caída en los precios. Este experto recordó que el mercado, normalmente, se mueve como un diente de sierra, con subidas y bajadas cíclicas y que estas últimas se suelen dar a lo largo de unos tres años, por lo que el final del ciclo todavía no habría llegado. A esta realidad, basada en la particular historia del monocultivo jiennense, hay que sumar factores externos, con un incremento de la producción gracias a las plantaciones intensivas. Todos estos factores pueden determinar que se prolongue la actual situación del olivar jiennense, que tan preocupadas tiene a COAG y UPA y a las administraciones públicas. En el aspecto que a él, como responsable del colegio le compete más directamente, deja clara la importancia de contar con un profesional para lograr que cualquier finca logre los mejores resultados, en busca del valor añadido.