La alerta sanitaria obliga a repasar miles de cajas de condones

Esta alerta sanitaria no es como las demás. Hace unos días, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ordenó la retirada de unos lotes de preservativos Durex porque no cumplen las pruebas de durabilidad del fabricante. Su vida útil es de tres años, pero existe un mayor riesgo de rotura o de filtración porque no han superado los estándares de calidad que exige la marca. Sería algo así como que, a más cercanía de su fecha de caducidad, mayor riesgo de que el condón se rompa. No obstante, como esta premisa se parte de la idea de que es probable que se fracturen con más rapidez que el resto. Por eso, se ha decidido su retirada.

No son todos los condones de la marca Durex, sino determinados lotes de los “Real Feel” y los que se fabrican sin látex. Con el resto, no existe problema. En cambio, la cuestión está en saber si se ha comprado alguna caja de los lotes retirados. Puede que en Jaén no haya ninguno —o, sí—. En cambio, lo sorprendente es cómo se ha desarrollado la alerta sanitaria.

La mayoría de los farmacéuticos consultados indican que nadie ha ido a preguntar. “Otra veces, cuando se lanza una alerta de este tipo vienen muchos clientes con las cajas del medicamento para que le comprobemos si esa caja forma parte del lote defectuoso. En cambio, con los preservativos, no ha venido nadie”, afirmaba un dependiente de una botica de la capital. Enrique Ramírez es el farmacéutico del Centro de Información del Medicamento del Colegio de Farmacéuticos de Jaén: “El Colegio ha informado a todos los profesionales sobre la situación. Lo hemos hecho por medio de un boletín, de una circular, en nuestra página web y, también, con un correo electrónico. Todas las farmacias cuentan con la información sobre el procedimiento y con los lotes que se encuentran afectados por esta situación”. Asimismo, continúa: “Cuando ha pasado algo similar con un fármaco, la gente va corriendo para constatar que no está afectado. En cambio, esta vez no ha sido así. Tengo la sensación de que, tal vez, haya gente que le dé vergüenza y prefiera tirar el preservativo en vez de ir a la farmacia a consultar. Se trata de un producto muy personal y aquí hay gente que se corta hasta a la hora de pedirlo”. En definitiva, parece que todavía da cierta vergüenza hablar de condones.

El sistema. Existen controles de trazabilidad, por lo que las empresa distribuidoras saben —más o menos— por donde están los preservativos que se tienen que retirar —cada lote tiene un código y se le hace un seguimiento—. De ahí que las farmacias que los han comercializado casi seguro que ya lo saben. El problema está en que quién se lo ha llevado a su casa tiene que comprobar que no es un lote afectado —estos sí que no saben el código—, ya que la rotura de un preservativo aumenta el riesgo de embarazo y también de contraer una enfermedad de transmisión sexual.

Sin embargo, a diferencia de otros casos, la alerta de los condones Durex casi ha pasado desapercibida. Todas las cajas de los lotes defectuosos se cambian por otras sin que importe el número de preservativos que queden.