Juan Ajenjo: “Los pequeños tienen derecho a hacer su trabajo”

Podría decirse que Juan Ajenjo, más conocido como El Popeye torero, es el último romántico del toreo cómico en España. Siempre ha sido un gran luchador. A pesar de sus muchos años, Juan no se deja ganar la pelea cada vez que sale al ruedo. Igual que los toreros logran llegar a ser figuras del toreo, El Popeye ha sido y es figura en lo suyo: el arte de saber hacer reír con el toreo cómico. “Yo empecé en las capeas y en los encierros con las vacas haciéndole reír a la gente y vi que lo que era capaz de hacer, calaba en el público. Llevo más de 40 años dedicándome a este espectáculo. Al principio trabajaba en algunos de ellos en Valencia, que era la cuna del toreo cómico, pero yo quería ser el mejor y cuando veían que en cada actuación les daba hasta codazos a los compañeros, no me veían con muy buenos ojos”, afirma Juan Ajeno entre risas. Su vida no ha sido nada fácil. Su infancia transcurrió entre varias familias que lo adoptaron hasta en tres ocasiones, quedando huérfano en esta última, a la edad de 14 años.

Aunque no se planteó ser torero en serio, siempre le ha quedado la duda de ver hasta dónde hubiera llegado, pues tiene valor y gran capacidad a la hora de torear, “nunca me lo planteé, pero siempre he tenido claro que tenía que prepararme físicamente como si fuera a ser figura del toreo y así lo hago a diario en la plaza de toros de Parla.” Se nota que ama lo que hace y así lo ha demostrado durante estos años, primero con el espectáculo Ovaciones en el Ruedo dónde adquirió el nombre de Popeye, actuando durante más de veinte años y después, con su propio espectáculo: “Yo siento mi profesión. Me estoy pintando la cara antes de salir al ruedo y ya lo estoy viviendo. Me miro al espejo cincuenta veces antes de salir. Soy muy detallista y no me gusta que los ‘pequeños’ salgan con los trajes o los zapatos sucios.”

Afirma que la profesión que ejerce es “muy difícil porque hay que tener oficio como torero, recursos e improvisación para hacer reír”. “Me encanta hacer reír a la gente y sobre todo a los niños, pues este espectáculo también es una forma de introducirlos en el mundo del toro para que luego sean aficionados”, asiente totalmente convencido. Cuando habla de “los pequeños”, como le gusta llamar cariñosamente a sus enanitos toreros, le llena de satisfacción, pues cuenta con una cuadrilla de varias personas que son de diferentes nacionalidades y todas son muy buenas en lo que hacen. “Ellos son toreros y se sienten como tal. Nadie les obliga a nada, están desempeñando un trabajo remunerado, cotizando como en cualquier oficio. Los pequeños tienen derecho a desempeñar su trabajo”, defiende Juan. El Popeye ya está deseando de que llegue el 9 de octubre. La primera vez que actuó en Jaén con su espectáculo propio fue hace unos 8 años y este compromiso para él es muy importante. “Jaén es una feria andaluza muy taurina. Su público siempre ha respondido muy bien a este espectáculo donde han disfrutado tanto los niños como los mayores. Vamos a pasar una tarde inolvidable”, asegura Juan Ajeno. Las entradas para este gran espectáculo taurino se pueden adquirir en la plaza de toros de Jaén o en la web de Tauroemoción.