José Cobo, Arzobispo de Madrid, regresa a su Jaén natal de visita
El cardenal, natural de Sabiote, realiza junto a su Consejo Episcopal actividades culturales y pastorales en varias ciudades jiennenses, semanas después de participar en el Cónclave

José Cobo Cano, Cardenal Arzobispo de Madrid y natural de Sabiote, saltó a la palestra mediática hace unas semanas en plena preparación del Cónclave. El religioso jiennense sonaba en algunas quinielas como posible “papable” durante unos días cargados de efervescencia por saber quien sería el sucesor de Francisco al frente de la Iglesia Católica. Sin embargo, semanas después de la elección de Robert Prevost como nuevo Pontífice, todo ha vuelto a la normalidad y los cardenales reunidos en el Vaticano han seguido con su habitual agenda.
Es el caso del Arzobispo de Madrid, quien ha viajado a su tierra natal, acompañado por su Consejo Episcopal, para cerrar su curso pastoral en Jaén.
El Cardenal y su equipo de trabajo más directo están realizando estos días una visita en el marco del cierre del curso en el que están combinando sus trabajos habituales con una serie de actividades culturales y pastorales en distintas localidades jiennenses. Además de las reuniones propias del Consejo, sus miembros están conociendo de cerca Baeza, Úbeda y Sabiote, entre otras.
El Consejo ha visitado el Museo de San Juan de la Cruz, el primer templo del mundo construido en honor al santo, levantado sobre el lugar donde murió y fue enterrado. Aquí reciben veneración las reliquias más importantes que quedaron en Úbeda después del traslado de su cuerpo a Segovia en 1593.
También, durante su estancia, han sido recibidos en el obispado de Jaén por el Obispo, Sebastián Chico y su Consejo de Gobierno. El Arzobispo de Madrid, junto a su Consejo han conocido las instalaciones del Obispado y han compartido experiencias y perspectivas pastorales. El Prelado jiennense los ha acompañado hasta la Catedral, que se ha convertido en uno de los momentos más destacados de la visita, joya del Renacimiento español, donde han podido contemplar la exposición temporal The Mystery Man.
La visita ha concluido con la veneración de la reliquia del Santo Rostro de Jaén que, a lo largo de los siglos, la tradición popular ha considerado como uno de los pliegues del paño con que la Verónica enjugó la faz de Cristo en su camino hacia el Calvario.