¡Jambo bwana, hakuna matata!

Así recibía la comunidad de Santa Bakhita, en Itangine, Kenia, a sus amigos de Jaén una mañana especial antes de entrar a clase

03 nov 2023 / 23:00 H.
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¡Bienvenido, señor, no hay problema! O lo que es lo mismo: ¡Jambo bwana, hakuna matata! Es la canción tradicional de Kenia con la que se da la bienvenida a los viajeros. Es la que le cantaron niños y niñas de la escuela del Centro Santa Bakhita, en Itangine, diócesis de Machakos, a la expedición jiennense que les ha visitado comandada por el sacerdote Julio Millán, presidente de Edad Dorada-Mensajeros de la Paz Andalucía. Se la cantaron, dirigidos por Benedetta Ngami Kiok, la directora de la escuela, al padre Julio; a Ricardo, el médico; a Ana, empresaria; a Santi, bancario; a Paz, administrativa, y a Juan, periodista. La ayuda de Jaén a la comunidad se ha plasmado en un aula para la escuela. Comenzaba el día con un solemne izado de la bandera de Kenia. Cantan el himno nacional hasta que está en lo más alto del mástil y, después, un ‘grupo de honores’ cierra el acto en formación. Continúan cantando con alegría, al son siempre de las palmas. Es una de sus señas de identidad inequívocas. Hay tiempo para el rezo, también para que se presenten, uno a uno, los amigos jiennenses. Traduce al camba la madre Josefina Mwikali Ndambuki, directora del Centro. Antes, el padre Julio les ha dirigido la palabra: “Estamos aquí para deciros que os queremos”, resume el sacerdote. Después, se retiran los viajeros y para niños y niñas llega la hora de clase.

Jaén