Jaén y Linares son de las peores ciudades de España para vivir

Es imposible leer esto sin que duela. Por eso, es mejor avisar de que esta noticia contiene contenido que puede herir la sensibilidad, el orgullo y el cariño a la tierra que muchos adoran. En cambio, querer también es hacer autocrítica. La Fundación BBVA acaba de publicar el anticipo del estudio “Las Áreas Urbanas Funcionales de España: Economía y calidad de vida”, elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas y la Fundación BBVA. Contiene 305 páginas bastante dolorosas para esta tierra, ya que incluye las ciudades de más de 50.000 habitantes y le da un brutal repaso a Jaén y a Linares. Lo que se lee de la capital sonroja, pero lo de Linares, directamente, es para echarse a llorar.

Las dos se encuentran entre las ciudades peor catalogadas para vivir, es decir, en la que se obtiene menor calidad de vida. Aquí se estudian parámetros más complejos, como el nivel de innovación, en el que Jaén, gracias a su Universidad, no sale tan mal parada, pero otros tan sencillos como el dinero que tiene la gente, cómo se han recuperado después de la crisis económica y, por ejemplo, los árboles y zonas verdes que existen por ciudadano. Y aquí también se ven unos pésimos datos. Se puede empezar a analizar este último dato. El informe “Las Áreas Urbanas Funcionales de España: Economía y calidad de vida” dice que la ciudad de España con menos zonas verdes por ciudadano es Cádiz. Después, Linares. Y la siguiente, Jaén. Y a partir de estas tres, que son los farolillos rojos, se ordenan las otras 73 que se han sometido a este informe.

Existe otro parámetro lamentable que, afortunadamente, aquí la capital esquiva. No sobradamente, pero no de una manera tan sangrante. Cuando se analizan las ciudades que peor se han recuperación de la crisis económica, Lorca se lleva la palma, ya que desde 2013 hasta ahora casi no ha creado empleo. Luego, Linares. También están en este triste grupo León, El Ferrol y Avilés. El principal problema es que la capital y la ciudad minera, generalmente, rondan siempre los últimos puestos en casi todos —Jaén está mejor, bien es verdad—, lo que hace que el informe diga que aquí la calidad de vida no es la mejor. Por eso, asevera que se encuentran entre las que peor se vive. Sin duda, una catalogación que poco ayuda a que la gente venga con ganas de invertir y de emprender y, a la par, que fomenta el éxodo de jiennenses. De hecho, no hay que olvidar que la pérdida de población —la mayoría activa, es decir, en edad de trabajar— es uno de los principales problemas de los últimos años en esta tierra.

Innovación. La capital se encuentra en la mitad de la clasificación cuando se analiza la innovación en el territorio. Hasta aquí, no está mal. En cambio, el empleo vinculado al talento y al conocimiento es medio o bajo. De ahí que la conclusión es bien sencilla: si se forma a jóvenes innovadores, pero no hay empleo adaptado a ese talento: trabajan en puestos con una sobrecualificación aparente o, simplemente, tienen que hacer las maletas para marcharse a otro lugar.

Cuando se analizan las variables socioeconómicas, Linares está a la cola, mientras que Jaén se encuentra en la tercera posición por abajo. Solo adelanta a su vecina ciudad minera, a Cádiz y a Jérez de la Frontera. Lo preocupante es que este estudio va más allá de lo económico y deja claro que hace falta una discriminación positiva, tal y como reclaman diversas plataformas y ciudadanas, agentes sociales y hasta los propios gobernantes. Parece evidente que Jaén no ha salido de la depresión económica como esperaba, sino que se ha quedado más atrás que el resto del país.