Jaén tiene una abogada de las causas ultraterrestres y mentora de la ONU

“El espacio está en nuestras vidas”, subraya Rocío Caparrós del Moral, elegida por la Naciones Unidas entre las cien mujeres del mundo del programa Space4Women

28 ene 2023 / 15:32 H.
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LA ENTREVISTA

El espacio está en la vida de todos y cada uno de nosotros y, especialmente, en la de Rocío Caparrós del Moral (Jaén, 1978), responsable de Relaciones Institucionales del Espacio en España. Elegida entre las cien mentoras del mundo en el programa “Space4Women”, de la Oficina de Asuntos del Espacio de Naciones Unidas, habla de su profesión como si fuera una más. Especialista en derecho y política del espacio ultraterrestre, asume el reto con valentía

—Andalucía y Jaén pueden estar orgullosos de que sea usted una de las seleccionadas en el programa “Space4Women”, ¿no cree?

—¡Sin duda! El programa implica mentorizar a niñas y jóvenes que quieran dedicar su futuro al espacio. A ellas tendré la oportunidad de hablarles sobre mis orígenes y de lo mucho que ha aportado a mi carácter esta cultura y la profundidad de sus gentes.

—¿De qué manera contribuye usted con su trabajo a promover el conocimiento del espacio entre las mujeres?

—Lo primero que intento es hacerles ver que el espacio ya está integrado en nuestras vidas, no es ciencia ficción ni una realidad lejana. Después les digo, muy convencida, porque así lo siento, que ellas tienen un papel que desempeñar en el espacio, ya sea con actividades que realicen desde la Tierra como si deciden ser astronautas (o vivir en el espacio), cuando se pueda. Pero para eso, lo más importante es sensibilizarlas del peso que ellas deben tener, desde ya, en la ciencia, la tecnología y la innovación.

—El 11 de febrero se celebra el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. ¿Perdura el miedo de la mujer al complicado mundo de la tecnología?

—Cada día las mujeres somos más valientes, creo que no ha sido tanto el miedo a la tecnología, sino el miedo a los estereotipos de la sociedad que tanto nos han paralizado; afortunadamente, no nos van a dejar huella, nos han hecho más fuertes, han sido un entrenamiento duro para ganar en resistencia y llegar más lejos.

—¿Qué papel juega esta jiennense ilustre en el programa de Mujer y Niña en la Ciencia?

—El 11 de febrero es un día en el que especialmente hay sensibilizar sobre el papel de la niña y la mujer en la ciencia y, como es una celebración internacional, se garantiza un eco mediático (que es muy necesario), pero puedo asegurar que para mí cada día es 11 de febrero porque aprovecho cada oportunidad para lanzar mensajes inspiradores, borrar límites a quienes creen tenerlos y empoderar a las niñas del futuro.

—¿Qué herramientas utiliza para que las nuevas generaciones, en femenino, se suban al carro al que usted se subió?

—Ponerme como ejemplo, no es que sea muy mayor pero en mis tiempos no había tantos recursos para conectar con gente, aprender, compartir... Es un lujo todo lo que tienen a su disposición hoy, somos una sociedad conectada, no hay distancias ni fronteras para comunicar, todo es inmediato. Eso es fundamental para entrar en el “Club del Espacio” que se caracteriza por ser muy internacional, multidisciplinar y transversal. No olvidemos el tema de los idiomas. Hoy en día tenemos a niños bilingües, en mi época, yo hablaba inglés porque mis padres, haciendo un gran esfuerzo, me mandaban a Londres los veranos. Saber idiomas fue decisivo en mi carrera.

<i>Rocío Caparrós con un compañero de Airbus y con dos directivos de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla.</i>
Rocío Caparrós con un compañero de Airbus y con dos directivos de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla.

—¿Qué le aporta formar parte de Tablada Woman Network?

—Energía y protección. Son mujeres maravillosas que representan a toda la cadena de valor en la fabricación de un avión. Somos muy diferentes entre nosotras pero nos une el hashtag @YOHAGOAVIONES; hacemos muchas acciones solidarias, hablamos de tecnología, nos damos consejos y feedback, etcétera. Cada una de ellas inspira, hay gente carismática en la red.

—¿Por qué considera que se necesitan perfiles “espaciales” en todas las profesiones?

—Porque el espacio es transversal y cada día está más en nuestras vidas. La exploración, comercialización y potencial vida en el espacio harán que necesitemos a biólogos, psicólogos, médicos, abogados, arquitectos que serán necesarios no solo en el espacio, sino en la tierra, sobre todo por las implicaciones que tendrá la actividad espacial sobre nuestras vidas.

—¿Habrá, algún día, mujeres andaluzas astronautas?

—No me cabe la menor duda. Estoy tratando de convencer a unas cuantas.

—¿Considera una fuente de riqueza el espacio?

—A mí me gusta pensar que es fuente de riqueza porque nos inspira a todos. El espacio y la exploración deben importarnos porque van a permitir que nos podamos conocer más a nosotros mismos e interactuemos con más inteligencia con el medio que nos rodea. Pensar en el espacio como fuente de riqueza material es legítimo pero personalmente, no es la parte que más me motiva.

<i>La jiennense (primera por la derecha) con unas amigas en la San Silvestre de Sevilla.</i>
La jiennense (primera por la derecha) con unas amigas en la San Silvestre de Sevilla.

—¿Qué significa para usted estar en el ránking de las cien mujeres del mundo del espacio?

—Responsabilidad, mucha. Y también te da fuerza porque piensas que si te han elegido a ti para mentorizar e inspirar quiere decir que tienes algo que atrae o que tienes la capacidad de entusiasmar. Es bonito y reconfortante.

—¿Qué recuerdos tiene de su paso por la Federación Internacional de Astronáutica?

—Aprendí, conocí a gente de muchas nacionalidades, trabajé con culturas muy diferentes, viajé, empecé a familiarizarme con el mundo de la comunicación (mi jefe era Philippe Willekens, actual director de comunicación de la Agencia Europea del Espacio). Fue una etapa buena para desarrollar habilidades que no estaban relacionadas con el mundo del derecho.

—¿Qué queda de aquella niña que se fue a París para forjarse en esta atípica profesión?

—Queda todo, ahora soy madre y tengo grandes responsabilidades personales y profesionales, pero sigo soñando como antes, o más, y creo que nunca pararé de crecer. Aprendo de cada persona y de cada experiencia.

Jaén