Jaén es la única provincia andaluza que pierde población

La tendencia se mantiene en la provincia desde al año 2000, según un estudio del BBVA y del IVIE

18 dic 2022 / 18:05 H.
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Jaén es la única provincia andaluza que ha perdido habitantes desde el año 2000, en concreto un 1,18 por ciento, hasta los 638.099; mientras que el resto aumentó su población, según el trigésimo séptimo número del estudio “Esenciales” de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). La población en Almería creció un 36,88 por ciento, hasta los 709.340 personas; Cádiz, un 10,10 por ciento, hasta 1.238.714 habitantes; Córdoba, un 2,08 por ciento, hasta 785.240 personas; Granada, un 12,74 por ciento, hasta 912.075 habitantes; Huelva, un 13,28 por ciento, hasta los 519.932; Málaga, un 28,33 por ciento, hasta 1.641.121, y Sevilla, un 11,81 por ciento, hasta 1.939.887 habitantes.

A nivel nacional, la población española ha aumentado un 15,4 por ciento desde el año 2000 pero el 63,1 por ciento de los municipios y 13 provincias han perdido habitantes desde ese año. Entre las 13 provincias que han visto reducida su población en estos 19 años destacan Zamora, con un descenso del 14,2 por ciento y Ourense, con una caída del 10,4 por ciento. Mientras, en el grupo de provincias que han ganado población se encuentran Guadalajara, que ha ganado un 53,8 por ciento de habitantes desde el año 2000, seguida por Almería, 36,9% Girona, 34,7%; Baleares, 33,5% y Tarragona, 33%. Guipúzcoa, 6,7%, es la única provincia que gana población de forma ininterrumpida año tras año.

Además, de los datos se desprende que el fenómeno de la despoblación “se acentúa” y que en 2018 la mitad de las provincias españolas perdieron residentes respecto al año anterior. Los pueblos de mil o menos habitantes, que representan el 61,5 por ciento del total de municipios españoles, son los que más han sufrido el desplazamiento de habitantes y actualmente concentran al 3,1 por ciento de la población.

En 2018, el 62,7 por ciento de los municipios y el 50 de las provincias perdieron población con respecto a 2017. Encabezan la lista Zamora, con un descenso del 1,6 por ciento, Ávila, -1,4%; León, -1%, y Cáceres, -0,9%, frente a Baleares, donde el número de habitantes aumentó un 1,2%, Madrid, 1,1%; Santa Cruz de Tenerife, 1,1%, y Girona, 0,8%.

Igualmente, los autores del estudio relacionan la despoblación con el tamaño de los municipios. Así, indican que desde 2011, el número de municipios de mil o menos habitantes ha aumentado hasta alcanzar los 4.995 en 2018, lo que representa el 61,5 por ciento del total de municipios españoles, el valor más alto desde el año 2000. Asimismo, los municipios de cien o menos habitantes aumentaron de 28 en el año 2000 a 1.360 en 2018, un 46,6 por ciento más. “La despoblación hace que crezca el número de municipios más pequeños y que, al mismo tiempo, en su conjunto, pierdan habitantes”, señaló el estudio. Por otro lado, precisó que la pérdida de población en muchas provincias tiene que ver con el problema de baja natalidad y el elevado envejecimiento de España. Así, reflejó que la cantidad de provincias en las que el número de defunciones supera al de nacimientos ha ido en aumento. Los municipios de 10.000 o menos habitantes presentaron en 2017 crecimiento vegetativo negativo en 48 de las 50 provincias españolas. Zamora lidera el crecimiento vegetativo negativo por tercer año consecutivo, con 10 personas menos por cada mil habitantes, situándose Ourense en el segundo lugar. También pone de manifiesto que el índice de recambio generacional, proporción de personas de 15-19 años de edad que entrarían al mercado laboral respecto a las que se jubilarían, ha caído un 41 por ciento desde el año 2000, ya que las personas que abandonan las zonas rurales son jóvenes en edad de trabajar, independizarse y reproductiva.

El estudio también indica que la llegada de extranjeros ha “amortiguado en cierta manera” el saldo negativo de los españoles en aquellas provincias más castigadas por la despoblación. No obstante, puntualizó que esa contribución “se ha ido reduciendo” en los últimos años, pues también los extranjeros abandonan estas provincias siguiendo el patrón marcado por la población local. El porcentaje de residentes extranjeros en los municipios de mil o menos habitantes no supera el cinco por ciento.

<i>Inmigrantes en la estación de autobuses de Úbeda.</i>
Inmigrantes en la estación de autobuses de Úbeda.

Provincia española con menor tasa de población inmigrante

La provincia española con menor tasa de extranjeros es Jaén. Así lo reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En la actualidad, las cifras colocan a Jaén, como el territorio con la menor tasa de extranjeros sobre el total del Estado, con un 2.53 por ciento y con tan solo 15.378 censados. Un estudio que publicado por el sindicato de Comisiones Obreras pone de manifiesto que durante los últimos cuatro años, Jaén ha perdido 9.152 personas extranjeras. Desde el sindicato consideran que esta realidad pone de manifiesto uno de los problemas fundamentales que sufre nuestro mercado de trabajo, que son las altas tasas de paro, la precariedad y la falta de estabilidad en las relaciones laborales. “Esta situación no solo es un problema grave en sí mismo, sino que también desencadena otros problemas sociales. La crisis de años pasados ha hecho que vengan menos y que se vayan más porque la economía no se mueve”, aseguraron desde Comisiones Obreras en un comunicado. Los datos de población reflejan totalmente que en apenas cuatro años, se ha reducido la población extranjera, pasando de 24.530 en 2013 hasta los 15.378 en 2017, siendo los latinoamericanos “los que más se han ido”. Un dato que confirma que el golpe de la crisis ha causado muchos estragos y muy duros para toda la población inmigrante.

Jaén