Investigación policial por las filtraciones del vertedero
El Seprona toma muestras de todos los pozos cercanos a las instalaciones, que son municipales

La “grave afección” que está provocando en aguas subterráneas y superficiales el estado en el que se encuentran las balsas de fluidos del colmatado vertedero municipal está constatada en los análisis que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y la Delegación de Medio Ambiente vienen realizando en los últimos años y que, concretamente, en 2014 llevaron a la Junta a amenazar al Ayuntamiento con la clausura de las instalaciones. Ahora, esta situación ha llevado al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil a iniciar una investigación policial sobre la posible contaminación de los pozos que hay en las inmediaciones.
Los días 11, 12 y 13 del pasado mes de noviembre, una patrulla especializada del Seprona acudió, desde Madrid, al auxilio de los compañeros de Jaén para recoger muestras de todos los sondeos de agua que hay en los olivares que circundan el vertedero municipal. Según las fuentes consultadas por este periódico, los agentes estuvieron acompañados, además, por miembros de la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, dependiente del Ministerio de Justicia.
A la espera de los resultados de esas analíticas, este periódico pudo saber que, en las proximidades de la planta de compostaje municipal, existen, al menos, un par de pozas con signos probables de lixiviados (líquidos rojizos en este caso, densos y con un fuerte olor ácido que suelen localizarse allí donde hay acumulaciones de basura orgánica) en su interior. “No se ha hecho un análisis —indicaron las fuentes consultadas por este periódico—, pero, en una aproximación visual, se ve claramente que no son aguas naturales. El líquido es antinatural y pestilente”. Las analíticas que, en los últimos años, se han realizado en las balsas de fluidos orgánicos del vertedero municipal que gestiona la empresa de recogida de basura, FCC, han mostrado la presencia de sustancias tóxicas como cobre, níquel, cromo, plomo, mercurio, cianuro o arsénico. Una contaminación que, además, quedó constatada en la Cañada Real Perulera y en el arroyo La Vaguada. Aunque, en Jaén, la Fiscalía de Medio Ambiente aún no ha abierto diligencias, este periódico pudo saber que no descarta hacerlo. Mientras tanto, lo que el concejal de Personal, Miguel Contreras, confirmó esta semana es que, definitivamente, los residuos que genera la capital acabarán derivándose al vertedero comarcal, una vez que se concrete la encomienda de gestión del servicio.