Intermediadores en las clases

Los delegados de aula tienen una función esencial para el buen funcionamiento

08 may 2020 / 16:34 H.
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Los delegados de aula son una figura cada vez más importante en los centros educativos de la provincia. Desempeñan una labor altruista pero muy productiva al ser el nexo de unión entre los padres y madres de los alumnos y los tutores. Además, esta función se vuelve más necesaria si cabe en esta situación de crisis sanitaria y de clases telemáticas. De esta manera, son el enlace directo con el centro educativo. Representan a todos los padres del aula y tienen la tarea de trasladar a estos la información que llega desde el colegio, para que los maestros no tengan que estar llamando a cada uno. Asimismo, entre sus objetivos está el de hacer que haya un buen clima alrededor de clase e intentar que los padres participen en las actividades que organicen el colegio. Además, si alguien tiene algún problema, los delegados son los portavoces para comunicar a la tutora las inquietudes.

Es una figura que solo está en Andalucía y Macarena Estudillo y María Dolores Justicia son dos de estas intermediadoras. La primera es por parte doble, ya que tiene dos hijos en el colegio y en ambas clases es la delegada de aula, en la de cuatro años y en cuarto de Primaria. En su caso, su función está relacionada con un colegio. Por otro lado, Justicia representa a los padres en un instituto, donde también es esencial esta figura para el buen funcionamiento de la comunidad educativa.

“Mi experiencia es muy positiva porque hasta ahora he tenido suerte con los tutores a los que les ha tocado mis hijos, siempre han sido muy participativos y los padres igual. Ahora se están dando cuenta los profesores de que la labor del delegado de aula es muy importante porque a través de nosotros llegan a todos los demás”, destaca Estudillo, que afirma que antes de tener unas pautas específicas para continuar con las nuevas metodologías de aprendizaje durante el coronavirus, “todo pasaba a través de mí y mi labor tiene que ser clara y concisa para evitar malos entendidos”. “El coronavirus ha hecho que se valorice más este papel. En muchísimos centros, esta función es un mero trámite y no es así, ya que le quitamos mucho trabajo al tutor y lo hago porque me gusta, tengo tiempo y me interesa la educación de mis hijos”.

“Otra de mis labores es la de aconsejar. Los profesores nos preguntan nuestra opinión porque conocemos a los padres. Tiene que hacerse todo de forma positiva porque los que se benefician son nuestros hijos. Nos integramos dentro de la comunidad educativa y hay que tener mano izquierda para mediar”, reseña Macarena Estudillo.

La comunicación, normalmente, es precisa. “Si un maestro nos da una explicación, podemos decirle que esto deberíamos hacerlo de otra forma porque las madres no lo van a entender así. Entonces, recapitula y hay un consenso. Más o menos sabemos cómo son y vamos orientando al tutor para que todo fluya de la mejor manera posible”, concluye.

Por su parte, María Dolores Justicia resalta la importancia que tiene el delegado de aula, ya que debido al coronavirus, es cuando realmente se está viendo la gran utilidad que tienen para las familias. “Muchos profesores, hasta ahora, decían que era puro trámite de papeleo, algo que siempre he debatido a principio de curso, ya que trasladamos la información de la tutora a las familias. Ahora se está viendo que no es así y que somos importantes”, destaca Justicia, que es delegada de aula en Secundaria, algo que lo hace más complicado porque algunas familias piensan que no hace falta esta figura. “Intento concienciar a los padres de nuestra importancia. Es una función esencial y ahora estamos aprendiendo todos a trabajar telemáticamente y me trasladan algunas quejas para transmitirlo a la tutora y a los profesores”, reseña.

Además, María Dolores Justicia es vocal de Fampa Los Olivos, desde donde han estado concienciando a las madres de los alumnos de la provincia con charlas formativas sobre el delegado de aula. “Personalmente, es tal la implicación que me satisface mucho. Estoy orgullosa de pertenecer a Fampa Los Olivos y seguiré hasta que mi hija esté como estudiante de instituto”, concluye Justicia, que espera que se valorice más esta figura después de esta crisis sanitaria.

Jaén