Innovar respetando la esencia

La Gamba de Oro cumple dos años en su nueva etapa con ilusionantes planes de futuro

18 jun 2020 / 09:11 H.
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Ocurrió en julio de 2018. La Gamba de Oro comenzó una nueva e ilusionante etapa de su más de medio siglo de historia tras haber vuelto a manos de su fundadora y antigua propietaria, la familia Delgado, tras una etapa de tres años poco fructífera y en la que, sobre todo, se había perdido parte de la esencia del negocio. Meses antes, en enero, José Manuel González, un madrileño con experiencia en el mundo de las compañías multinacionales del sector hostelero, cogió el timón del barco para encargarse de la gestión de todos los locales que pertenecen a la familia Delgado. Desde el minuto uno, su objetivo principal estuvo claro: adaptar La Gamba de Oro a los nuevos tiempos sin que dejara de ser el referente de siempre en la hostelería jiennense.

Para ello, se estableció un plan dividido en varias fases, la primera de las cuales consistió en la adecuación a las exigencias actuales de mercado y consumo de todas las instalaciones del complejo La Gamba de Oro. Actualmente cuentan con una taberna, un restaurante y, por último, con la hamburguesería Goiko, fruto de un convenio con la multinacional homónima de la antigua Gamba de Oro, según explica González: “Antes era un local de más de mil metros cuadrados, con dos niveles, y entendimos que en los tiempos actuales había que segmentarlo y estructurarlo de otra manera”.

Conseguirlo, sin embargo, no fue fácil. González destaca las dificultades que tuvo la empresa para obtener las licencias de obra y apertura con la Corporación municipal anterior: “Tardamos más de un año en conseguirlas, lo cual es un disparate en una ciudad que pierde población y cuya situación económica no es boyante. Tuvimos que abrir este local sin permisos de obra y apertura, porque, si no, le costaba el puesto a diez trabajadores”, manifiesta el gerente de La Gamba de Oro, que indica: “La actual Corporación municipal agilizó los trámites y obtuvimos las licencias cuando este negocio llevaba abierto un año y medio. Esta ciudad lo que necesita es efectividad, nueva gestión, profesionalidad y que todo el mundo trabaje orientado en el mismo sentido”.

Tras la apertura tocó trabajar para lograr el necesario maridaje entre lao moderno y el sello tradicional de La Gamba de Oro: “Aquí han venido siempre personas de todos los puntos de la provincia, y era fundamental que, sobre todo, los clientes históricos de la casa, cuando volvieran, se encontraran con la misma gente que cuando venían y la misma esencia”, comenta González, que se muestra satisfecho con el crecimiento experimentado por el negocio en este tiempo.

No obstante, dos años después del inicio de esta etapa “y cuando estábamos cogiendo velocidad de crucero”, indica González, La Gamba de Oro se vio obligada a echar el cierre temporalmente por la crisis de la covid-19. “Nos pusimos a trabajar rápido para volver con más fuerza”, asegura el gerente, que explica que, como parte de su plan de reactivación, La Gamba de Oro decidió revitalizar sus negocios en la calle Virgen de la Capilla, teniendo en cuenta los planes municipales de peatonalización de la zona, lo cual hace vislumbrar un horizonte esperanzador para una zona que en los últimos años se ha visto abocada al desastre comercial.

Jaén