Incremento paulatino de las agresiones a Enfermería

Quien visite un centro de salud o un hospital podrá observar en las zonas comunes, e incluso en la puerta de alguna consulta, un cartelito advirtiendo de que quien agreda, física o verbalmente, incluso quien amenace al personal sanitario del centro, se expone a una denuncia de la que pueden derivarse responsabilidades penales y sanciones económicas. Parece que no es suficiente.

Las agresiones físicas al personal de Enfermería en los centros sanitarios jiennenses se incrementó significativamente el año pasado, según los datos facilitados por el Colegio de Enfermería de Jaén. Durante 2019 se registraron 24 agresiones físicas denunciadas en el juzgado, frente a las 17 de 2018. “Enfermería es el personal más afectado por las agresiones dada la cercanía que mantiene en el servicio a los usuarios. Se producen más agresiones en la atención especializada (hospitales) que en atención primaria (centros de salud) y por municipios Linares es el que tiene más incidencia de largo. Es un problema que no se erradicará mientras no se tomen soluciones efectivas que vayan al origen del problema”, explica José Francisco Lendínez, presidente del colegio.

¿Dónde está la raíz del problema? “Básicamente es una falta de recursos humanos, de personal, que venimos advirtiendo desde hace tiempo por todo lo que acarrea. Y también de información. Los pacientes y familiares llegan a los centros, especialmente en urgencias, y la cita se demora, los tiempos de espera son largos y no saben exactamente qué hacer o cuándo les van a atender. Eso genera confusión, tensión, malestar...”, apunta Lendínez como desencadenante principal. También, en este ámbito de las urgencias, reconoce que muchos usuarios las utilizan “en exceso”, una circunstancia que contribuye también a congestionarlas todavía más ante la falta de personal.

Sobre la efectividad de las denuncias por agresiones físicas en el juzgado no tiene dudas: “En el 90% de los casos acaban con sentencias condenatorias de cárcel, aunque por no haber antecedentes del denunciado no suelen cumplirse, y con sanciones económicas”. La estadística de la institucional colegial es como un registro oficial de denuncias, puesto que le compete corporativamente interponerlas y personarse en el caso.

¿Qué hace la autoridad sanitaria al respecto? “El SAS no suele personarse en estas causas habitualmente y sería deseable, y lógico, que lo hiciera. Afecta a su propio personal y en sus propios centros”. Los datos del SAS que conoce el colegio, referidos a Andalucía, son concluyentes. En 2015 se registraron 935 agresiones; 1.000 en 2016; 1.115 en 2017; 1.234 en 2018 y hasta 1.507 en 2019.