Hay almazaras que fijan en un 40% la caída de su producción

Tras los días de lluvia, el buen tiempo reactiva el campo jiennense

12 dic 2021 / 11:44 H.
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Nunca llueve a gusto de todos. Las precipitaciones de los últimos días frenaron la actividad en un campo que, a estas alturas, no ha producido la cantidad de aceituna esperada, paradójicamente, por la ausencia de lluvias cuando al olivar más falta le hacía para florecer y echar frutos.

Esto, sumado a las altas temperaturas de la época estival, derivó en lo que se conoce como estrés hídrico, un mal que afecta a las plantas y que, en el caso del olivo, produjo un considerable descenso en cuanto a aceituna, reducción que ya se ha tenido en cuenta en la modificación del aforo, que no deja de ser una previsión de pérdidas que el sector, por lo pronto, estima que serán mayores.

Con el buen tiempo —entiéndase ausencia de lluvias— de los últimos días, la actividad en las fincas de olivar se ha reactivado. Los jornaleros han vuelto a varear y extender y recoger mantos y las cooperativas ya reciben aceituna que molturarán para producir aceite de oliva.

Este es el caso, por ejemplo, de la Sociedad Cooperativa Andaluza (SCA) Ciudad de Jaén, que ha vuelto a la normalidad, por así decirlo, tras unos días de lluvia que, según explican, no les afectará demasiado, al menos no tanto como la escasez de la misma durante la primavera, el verano y los albores del otoño. De esta forma lo expresa Eduardo Lendínez, técnico agrícola de la cooperativa Ciudad de Jaén, que prevé se recojan diez millones de kilos de aceituna al término de la temporada. “El año pasado fueron dieciocho”, aclara Lendínez, que reconoce, de esta manera, una disminución del fruto cuya responsable es la sequía. “El año pasado hubo mucha cosecha y hay años que el olivo carga más y otros que menos. Eso, añadido a la falta de lluvia es lo que ha hecho que al final se quede en prácticamente nada”, lamenta el técnico agrícola, que informa, además, de que en la almazara Ciudad de Jaén comenzaron la campaña de recogida el 25 de octubre, no la del temprano, que fue bastante antes: entre el 7 y el 8 del mismo mes, por lo que, para ellos, la temporada está al 60% y prevén terminar a finales de enero o principios de febrero.

En conclusión, las previsiones de producción de aceite tampoco son nada halagüeñas, al menos en comparación con la campaña anterior. “Produciremos un 60% de lo que producimos el año pasado, por lo que consideramos que las pérdidas serán de entorno al 40%”, concluye.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir agudiza la vigilancia

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, inició el Plan de Vigilancia Especial para la campaña oleícola 2021-2022. Este dispositivo, que añade más de 50 puntos de control adicionales a los ya habituales, se diseña teniendo en cuenta la experiencia de años anteriores y busca evitar los vertidos. Según informó el organismo, para su ejecución, agentes medioambientales y técnicos, coordinados por el Área de Calidad de Aguas y los Servicios de Control de Vertidos de la CHG, realizarán labores de vigilancia, incluyendo períodos nocturnos y fines de semana, por las distintas zonas de la cuenca, con especial atención a las instalaciones destinadas a la producción de aceite de oliva y de gestión de sus subproductos: almazaras, secaderos de alpeorujo, extractoras, refinerías de aceite y centrales de biomasa. En este protocolo de vigilancia, en el que colabora activamente el Seprona de la Guardia Civil, las inspecciones se complementan con la telemedida a través de la red de estaciones automáticas de medida de la calidad del agua, red a la que se incorporaron nuevos puntos de control.

Jaén