Fin a la oleada de robos en el centro de Jaén

La Policía Nacional ha detenido a un hombre que presuntamente robaba con violencia a mujeres de edad avanzada por el método del ‘tirón’

19 abr 2024 / 11:41 H.
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La Policía Nacional ha conseguido poner fin a la oleada de robos de los últimos cuatro días en el centro de Jaén. Tras cuatro intensas jornadas de búsqueda, los agentes han localizado al autor de los nueve robos ocurridos durante tal periodo en la zona centro. Así, se ha detenido a un varón de 35 años de edad como presunto autor de varios delitos de robo con violencia por el método del ‘tirón’. Esta persona perpetraba los robos a bordo de una bici, lo que le facilitaba la huida posterior. Sus víctimas solían ser mujeres de edad avanzada, sobre las que se abalanzaba de forma sorpresiva y les arrebataba de un tirón la joya que llevara sobre el cuello. Sobre el detenido pesa un amplio historial delictivo de hechos relacionados con el patrimonio.

Además, el autor en los días que cometió los robos se encontraba en situación de “libertad vigilada” que proporciona prisión, y llegó a pasar a la condición de “libertad condicional” durante los días en los que delinquía. Gracias a la rápida investigación efectuada por los agentes, dieron caza al autor, y le pusieron a disposición de la autoridad judicial quien decretó su inmediato ingreso en prisión. Una vez que los investigadores identificaron a la persona que había puesto en jaque a la ciudadanía, se estableció un dispositivo con el objetivo de localizarlo y proceder a su detención. Los agentes uniformados y de paisano se centraron en dar batidas por la zona centro y como resultado, y en colaboración de una patrulla de agentes destinados en la Unidad Adscrita de la Junta de Andalucía, consiguieron dar con él. Una vez fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén, se decretó su inmediato ingreso en prisión.

El pasado mes de febrero, los agentes tuvieron conocimiento de lo que sucedía en la capital gracias a la interposición de varias denuncias de similares características. Debido al corto espacio de tiempo y continuidad con la que se producían estos robos, creció la preocupación entre la ciudadanía de Jaén y, según informa la Policía Nacional, aumentaron de forma significativa los delitos de robo con violencia e intimidación en la ciudad. Los agentes de la Policía Nacional adscritos a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta-Patrimonio han lidiado una carrera en la que para alzarse con la victoria fue determinante localizar y detener al autor de los hechos para calmar así a una sociedad inquieta por desconocer quién iba a ser la próxima víctima. De esta manera, se puso en marcha una ardua investigación con objeto identificar al autor que robaba, especialmente a las mujeres con edades comprendidas entre los 60-80 años, quienes, según relataban en sus denuncias, era tal el temor que le producía el episodio vivido que no se sentían seguras cada vez que salían a la calle.

El ladrón tiraba a la fuerza de la joya

Cuando los agentes comenzaron la investigación, les llamó la atención las similares características que reunían todas las víctimas. Todas ellas eran mujeres de avanzada edad que se paseaban por calles concurridas de la zona centro de la ciudad, y portaban joyas de alto valor económico alrededor del cuello. Las víctimas relataban que un varón que siempre iba a bordo de una bicicleta, se colocaba a su altura o frente a ellas y empleaba la fuerza necesaria, de manera rápida y por sorpresa, para arrebatarles de un tirón la joya, y huir posteriormente de manera rápida. A bordo de la bicicleta, el autor desaparecía del lugar de los hechos por las calles de la zona centro de Jaén, lo que hacía más difícil su localización. Tras las pesquisas realizadas por los agentes, toda la información apuntaba a que la máxima pretensión del varón, una vez cometido el robo, no era otro que dirigirse con la mayor premura posible a la venta de la joya sustraída para evitar ser localizado portando la misma entre sus efectos personales. Las indagaciones fueron encaminadas a identificar plenamente a esta persona, hecho que pudo realizarse por dos vertientes, tras confirmar su presencia en diferentes puntos estratégicos de la ciudad y además siendo reconocido por sus víctimas. En la investigación, los agentes siguieron la pista a una de las joyas sustraídas, que fue vendida por el autor instantes después de haber cometido el robo. Coincidió que separaba una distancia de apenas 500 metros del lugar donde cometió el robo y del comercio en cuestión, al que desembocaba la dirección de huida que tomó el autor. La joya fue reconocida por su legítima propietaria y entregada a la misma.

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