Falta de voluntarios y espacio en la asociación Red Madre

Ahora mismo apenas tenemos espacio en las habitaciones, es insuficiente para la cantidad de material que nos donan, que es algo maravilloso, pero que también nos limita a la hora de organizarnos en la sede”. Así explica Marisol Escribano, presidenta de la asociación Red Madre, el grave problema que llevan arrastrando desde hace años. La solidaridad de los jiennenses es un hecho consumado que, desde el colectivo, agradecen. Sin embargo, es “imposible” organizarse en un lugar tan pequeño. En Red Madre atienden a mujeres jóvenes embarazadas o que acaban de dar a luz, lo que abre una relación en la que las voluntarias se convierten, por así decirlo, en segundas madres de los pequeños que reciben el apoyo del colectivo. En estos momentos disponen de una sede en la Travesía Menéndez Pelayo, frente a la Estación de Autobuses, por la que pagan unos 300 euros al mes —dinero de sus bolsillos— y que es insuficiente por su tamaño.

“Hasta ahora nos hemos apañado, pero necesitamos con urgencia que alguna institución oficial nos dé una sede, un sitio, para no tener que pagar ese dinero y poder invertirlo en comprar pañales, que aquí siempre hacen falta”, explica Escribano. Desde el Banco de Alimentos colaboran con comida, tanto para los bebés como para las madres. Asimismo, la ciudadanía se vuelca con la asociación, dejan prendas de bebé de distintas edades, carritos, cunas o bañeras de recién nacido, así como juguetes. Todo lo que una madre primeriza necesite. “No paran de traernos utensilios, estamos bien surtidas porque la gente es buenísima y muy solidaria”, destaca Escribano.

Una solidaridad que en 2018 permitió ayudar a los 35 niños que nacieron acunados por los brazos de la asociación, y que se atienden desde el momento del embarazo hasta cumplir los 3 años. En 2019, por ahora, han nacido 20 bebés y hay 10 futuras madres preparando los último días del embarazo. En total, dan cobertura a 87 pequeños. “No recibimos ninguna ayuda de instituciones públicas, solo un convenio con Caja Rural de la que recibimos 3.000 euros al año —y que agradecemos de corazón—, además del apoyo del Banco de Alimentos y de las Cofradías de Nuestro Padre Jesús y la Buena Muerte, también con distintos productos e, igualmente, el Club deportivo El Bulevar con otras iniciativas deportivas en las que también recogen alimentos”, detalla la presidenta de la asociación. De todas formas, toda ayuda es poca, porque lo que realmente necesitan, además de voluntarios —una mano amiga nunca sobra—, es una sede. “Hemos solicitado ayuda a la Junta de Andalucía, a Asuntos Sociales, y estamos a la espera, también queremos hablar con el nuevo alcalde y ver qué se puede hacer”. Mientras tanto, trabajan sin descanso. “No somos la solución, somos el camino que enseña a las madres a seguir adelante”.